guiado por las apariencias

26/6/09

Dulces días de vacaciones.

Desconcertantes entrevistas con profesores de psicología y filosofía, echando una mano al gran persa en su nuevo hogar (una maravilla, por cierto, felicidades genio), suegrente conversación con la genial (y utilizo el término en toda su magnitud) Lara, demasiadas cervezas, carne cruda con mi madre, abrazos nocturnos para Sue. En fin, creo que ayer fue un buen día... aunque a veces no sé como lo hago para estar tan contento, la exposición de Matisse, una de las más brutales que he visto en mi vida, ayudó (tanto que merece una entrada particular que llegará en cuanto pase el fin de semana).

En la película Willow hay dos personajes cómicos que son una especie de duendes, dos pequeños hombrecillos de no más de 20 cm de altura. En un momento dado malos y protas salen en persecución a todo galope y se dejan al par de alimañas atrás, estos tienen la siguiente conversación:

"- Nunca alcanzaremos a esos caballos.

-Entonces seguiremos sus huellas.

- Nunca los podremos alcanzar. Además, si los encontramos, nos atraparán, nos meterán en una jaula, nos torturarán y finalmente nos devorarán.

- Estás sugiriendo que volvamos a casa?

- Nah. Esto es más divertido

- Bien."

Toda una lección de vida.

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