guiado por las apariencias

30/11/08

Dos mundos, un tejón.


Sigo obsesionado con la oposición entre el Mundo de las Ideas y el mundo "real". Ayer finalmente improvisé mi poesía y terminé hablando de perseguir momentos que convertir en recuerdos, o algo así, porque no lo recuerdo del todo. El caso es que llevaba meses desconectado del cine y la tele. Supongo que han sido meses de mucha presencia de ese mundo "real". Trabajo, emancipación y otros menesteres. Esta semana entrante en concreto es bastante crucial porque tengo varios curros y una mudanza a la vista. Pero algo del Mundo de las Ideas me ha absorbido con una fuerza prodigiosa y me ha hecho dejar lado todo lo demás: la serie de adolescentes yanqui Freaks and Geeks. La he devorado de forma compulsiva, me he introducido de una forma insanamente profunda en su realidad, ha sido maravilloso. Sólo hay una temporada, aun no sé por qué (me enteraré), los personajes son perfectos, los guiones también, de los 18 capítulos sólo hay un par que son mediocres, he vuelto a sentir esa sensación de deseo irrefrenable de proyectarme en un mundo virtual. Rasa, inmenso rasa. Los paraísos artificiales conseguidos con las drogas pueden ser fantásticos, pero están a años luz de esa intensidad. Me ha dado tanta pena que se acabase… encima la serie sucede en 1980, con los 70' muriendo, el auténtico rock'n'roll dando sus últimos coletazos, todo el rollo del fin del sueño hippie me encanta y me pone muy melancólico y el último capítulo gira en torno al disco hippie por excelencia, uno de mis discos preferidos y uno de los mejores discos de la Historia: American Beauty de los Grateful Dead. Y como dijo John Lennon: "I'll say it again"; American Beauty de los Grateful Dead, me emociono sólo de escribirlo. Por supuesto al final, he llorado, pero es que acababa con Ripple, con Ripple tenía que ser. Magia, la magia pasa, fiaros de mí.

___________________________________


Luego está ese cuadro de Rembrandt, una Sagrada Familia que ha venido a Madriz desde el Hermitage de San Petersburgo. Veo de nuevo los dos mundos. Rembrandt decide pintar a la familia de Dios en tono extremadamente intimista. Nada les delata en absoluto como divinos: el niño duerme plácidamente, José trabaja al fondo, María interrumpe su lectura para echarle un ojo al pequeño. Qué cosa tan maravillosa puede ser el cristianismo; en esta escena irrumpen los ángeles y son ellos los que se maravillan ante la divina llaneza del ambiente. Dios criado en el hogar de un carpintero. El Mundo de las Ideas volviendo la cabeza hacia las mantas, el brasero, la cuna, la madera, la humildad… se invierte la mirada. Reivindicando la debilidad, Jesús reivindica también la realidad.

Me gusta como se plantean estas antítesis entre seres celestiales y mundos cotidianos; se ve mucho en la pintura naturalista. Ribera tiene su San Pedro liberado por el ángel, en el que la vieja y abatida figura del apóstol enfatiza su carácter extremamente material con su pesada posición horizontal (al fin y al cabo Pedro es piedra), y junto a él, el ángel sublime, etéreo; fantástico. En La Fragua de Vulcano de Velázquez vemos algo parecido y es un recurso que Murillo utiliza mucho y que todos los anteriores sacan en gran medida de Caravaggio… Maestro del dramatismo donde los halla, Caravaggio entendió perfectamente que un ángel es mucho más ángel al lado de un hombre "real", con los pies sucios.

Pero Rembrandt nos está dando algo parecido pero diferente: una familia es mucho más una familia si la colocamos al lado de ángeles. Los ángeles enfatizan lo terrenal y no al revés. ¿Puede haber una mejor definición de lo que es la ternura? La ternura es el encanto de lo sencillo, de lo llano, de lo vulnerable, de lo imperfecto, de lo inofensivo, la ternura es lo que siente Dios al mirarnos. Y los ángeles… en la ternura que también sienten por nosotros hay una brizna de envidia, porque los pequeños tesoros que despiertan ese sentimiento, son algo que ellos nunca podrán tener.

Joder, qué cursi me he puesto hoy.

Besos.

El Tejón.

P.D. Y no olvidéis pinchar en las imágenes si queréis verlas mejor.


Descanso en la huida a Egipto, Caravaggio.

San Pedro liberado por el angel, Ribera.

Sagrada Familia. Rembrandt.

Ternura; detalle de la Sagrada Familia de Rembrandt.

28/11/08

Dos grandes consejos y una reflexión estúpida.

Primer consejo: id al Museo del Prado y ved la exposición de escultura que hay allí.(Iba a poner una foto de la ménade danzante, pero es un crimen, no se puede fotografiar esa escultura, id y verla).

Segundo consejo: bajaros Freaks and Geeks de internet y disfrutad cada capítulo.

La reflexión: a veces hay grandes ideas geniales que crean un estereotipo que funciona de maravilla. Como que muera el amigo del protagonista. A alguien una vez se le ocurrió en alguna obra de teatro o poema épico, que quedaría emocionante que el amigo del protagonista muriese. Fue una idea genial, tan genial que se ha repetido hasta la saciedad y aún funciona.

Lo raro es que hay ideas igual de geniales que las hace un genio y funcionan, pero cuando miles después de él intentan repetirlas, sólo sale mierda. Ejemplo: los payasos tristes. ¿Por qué el Gilles de Watteau es tan maravilloso, mientras que el resto de payasos tristes del mundo son tan horribles? En general el rococó abre mucho este tipo de reflexiones, ¿cómo podían hacer cosas tan fantásticas con preceptos tan horteras? El arte es un universo muy extraño…


27/11/08

Virtualidad.

Probablemente lo único brillante que he hecho en mi periplo universitario fue un trabajo de grupo sobre estética india. La parte principal del trabajo trataba sobre rasa. "Rasa" es un término relacionado con el sentido del gusto, significa algo así como "saborear" y se refiere a algo que sentimos cuando contemplamos una obra teatral (en concreto de alguno de los tipos de teatro musical tradicionales indios). Rasa es la emoción que el actor transmite al espectador, una emoción que el espectador no siente por sus experiencias directas propias, si no al identificarse e implicarse con el personaje. Según el tipo de emoción transmitida hay nueve tipos de rasa: cómico, terrorífico, violento, heroico, romántico/erótico, patético, odioso, fantástico o sereno. Una teoría bastante sofisticada de hace más de 2.200 años.

________________________________________


Vivir historias ajenas, historias perfectas, modélicas, inventadas y refinadas para que el público desee vivirlas. Recuerdo como descubrí Demian de Herman Hesse en una etapa de mi vida en la que nunca leía, cogiéndolo al azar de la librería sólo porque estaba de exámenes y no quería estudiar, recuerdo como viví su historia y sentí su maravilla y su confusión al enfrentarse al paso a la edad adulta, de una forma mucho más intensa que mi propia adolescencia. Recuerdo el frío atenazador y el trabajo tenaz de la excursión al polo de la Universidad de Miskatonic de Arkham, cómo tenía que abrigarme para leer ese libro, como sentí el desasosegante horror de descubrir en las cavernas heladas a los inconcebibles antiguos. El dolor insufrible de enfrentarme a la constatación de mi terrible intuición: de tener que admitir que él es mi padre, él, que mató a Ben y que esclaviza con mano de hierro la galaxia. Tener que matar a un ser tan confuso como yo, leer el informe que notificaba la "retirada" de un replicante y que eso no me hiciese sentir mejor que si le hubiese disparado a una mujer real por la espalda. Tocar la trompeta con esos trajes tan subidos de cintura de los años treinta, a punto de perderme por mi tendencia a la fatalidad, vadeando el desastre, guiado sólo por mi talento y por mi amor al sonido surgido del metal. Tan ridículo, intentando copiar en aquel examen de matemáticas en el que me confundí de hoja de preguntas. Tan cansado, observando a mi hija y a mis más cercanos, desesperado por no cumplir con mi obligación y no dejar un hijo varón, mirando a los ojos de, quizás, mi único verdadero amigo, al que envidio porque es rey de un reino, el de la pintura, en el que es verdadero señor, no como yo que vivo el inexplicable tormento de la providencia. Y aquella vez que bebí ese extraño champagne por error y tuve un sueño delirante plagado de elefantes rosas, sumido en la sutil franja que separa el sueño de la pesadilla. Y cientos, miles más. Me resultaría difícil decidir que ha tenido más peso en mi vida; las historias virtuales o las "reales". Hasta los 18 ó 20 años, las primeras, sin duda.

En realidad, ¿hay diferencia?. Si la vida es algo personal, se basa en lo que sientes. ¿Qué más da que las experiencias sean producidas por fenómenos reales o virtuales? Importa sí, es algo que hay que tener claro si no quieres caer en la locura, pero no sé por qué. He tenido relaciones muy cercanas con varias personas esquizofrénicas en mi vida, Vilamatas dice algo que da que pensar, que la locura es autocomplacencia. A veces, viendo el mundo que hay a un lado y al otro, es difícil entender qué nos retiene aquí. Por suerte, a pesar de estar como una regadera, en el fondo, soy un cuerdo crónico.

______________________________


Lo dicho anteriormente es mentira, una trampa. Hay un punto de ternura, un punto de cercanía, un punto de imperfección, un punto de incertidumbre; que sólo las personas de carne y hueso nos pueden dar, que sólo nosotros podemos darle a ellas. El patetismo de nuestra imperfección; algo que tenemos todos, lo que nos une como personas. Al final la miseria es el mayor tesoro humano, porque si una historia virtual fuese tan miserable nadie querría vivirla. "Para eso ya está el mundo real". Pues bien, si una historia real es perfecta; no en el sentido de buena, si no coherente, eternamente intensa, perfectamente dramática; yo no la quiero, porque para eso ya están los libros, las canciones, el cine, la tele y los cuadros. Hay que luchar contra el aburrimiento y el hastío, pero porque son intrínsecos y necesarios, es lo que dota a la realidad de su maravillosa exclusividad. Sin aburrimiento ni hastío, vivir, ser feliz, no sería un reto, no haría falta talento para hacerlo, no sería tan divertido entender y observar como se apaña la gente para inventarse su vida en la rutina, y, además, la poesía perdería su sentido.


___________________________________


Eso sí, entre los amores de mi vida, está Annie Hall. Annie no es en absoluto el tipo de chica que le gusta al Señor Tejón. No es cursi, ni tiene un punto entrañable, no es curvilínea y es intelectual de una manera fría y poco entusiasta. Tiene sentido del humor, pero no es de carcajadas fogosas si no de ironías sutiles. Es muy inteligente, eso sí, pero también taimada, piensa bien antes de hablar. Es el tipo de mujer que le gustaba a Woody Allen en 1977 y por eso me enamoré de ella, esa es la magia de rasa.

________________________________


Y como en esta vida gris existe otra magia, que es la de la coincidencia, dejo el video que me ha salido al buscar "Annie Hall" en youtube. Iba a colgar la escena de la araña, pero resulta que el monólogo con el que comienza la película, del cual yo no me acordaba en absoluto, dice lo siguiente:




Jo, qué maravilla, no me puedo resistir, tengo que colgar esta otra. Aunque no sea mi tipo ¿cómo no enamorarse de alguien que te llama a las tres de la mañana para que mates una araña?



Y el final, claro. Hace poco dije que me gusta pensar que si fuese listo sería Murakami. Pero con Woody Allen conecto aun más, esto es justo lo que yo quiero contar. Lo siento tan mío, esta película, es parte de mi vida, mi primer amor, rasa.

Plata y oro
El Tejón



Yo también necesito los huevos.

26/11/08

Poesía express.

Este viernes por la noche voy a hacer un experimento. Voy a participar en el evento de la fantástica Casa de los Jacintos No sólo poesía. Me voy a subir al escenario y voy a improvisar una poesía según me venga a la cabeza. No sé que tal saldrá, pero espero que se me tenga en cuenta el par de huevos que voy a echarle. De momento estoy ensayando, incluso he grabado alguna prueba. Cuelgo la primera que he grabado, más o menos me gusta.

Los que queráis verme ya sabéis; este Viernes en los Jacintos.

Saludos.

El Tejón.

24/11/08

Jajaja.

Bien, intentemos construir una escena que funcione a modo de alegoría del sentimiento de desarraigo del individuo en el entorno relativista posmoderno (joder, vaya frases me marco a veces).

La cosa sería así: tomamos un individuo, y para acentuar su condición de indefensión y desconcierto, elegimos un niño. Tiene unos diez años, momento en el que la razón y la identidad ya están lo suficientemente desarrolladas y ya se ha adquirido una cantidad de aprendizaje social importante. Colocamos a este individuo en una situación de gran presión social, un evento público, incluso un entorno en el que el que esté expuesto al juicio de la masa anónima: una grabación televisiva, por ejemplo.

Nuestro niño, amedrentado como está por todo ese mundo que le observa, le juzga y le rige sin darle a cambio ningún macrorrelato al que atenerse, intenta protegerse. Se cubre con una máscara, se hace pasar por alguien inmortal, peligroso, por un ser sombrío. Pero su disfraz es ridículo, su estado de indefensión es evidente y su expresión de desconcierto y de temor le delata claramente.

Hasta aquí hemos definido al protagonista, pasemos al antagonista. Ha de ser un personaje muy formal y superficial. Alguien que represente la frialdad del acoso de la vida pública, la angustia de la necesidad inútil de buscar una identidad a través del otro al no encontrarla en uno mismo. Sin duda, un periodista. Por contraste, ha de acercarse al chico derrochando seguridad, ignorando su miedo, sin ninguna ternura. Le interroga, pero no con agresividad; su falso interés es mucho más cruel.

El chico siente verdadero pánico por toda esta presión absolutamente exenta de empatía. La pregunta del periodista le turba. Busca frenéticamente en su interior una respuesta coherente. Por fin, la encuentra: acude a su pasión, a aquello que ama. Ve la luz, comunica al mundo entero su cariño por algo. Con su emotividad intenta hallar una salida a la siniestra realidad incongruente y amenazadora.

Pero nada más expresarse cae en la cuenta de su error. Sus palabras son ridículas, no hay lugar para la pasión en un entorno basado en la imagen fugaz, superficial por principio. El periodista ni se esfuerza en humillarle, su condescendencia es mucho más cruel. Así se cierra todo, el niño perdido con su máscara se queda sólo.

_____________________________________


Bueno, esta patraña de texto no pretende ser más que una prueba de que cuando algo es muy gracioso, lo es por algo. También es una prueba de que intentar explicar una broma puede ser curioso, pero resulta estúpido, porque por brillante que sea un texto dramático, el humor ácido y absurdo (el mejor humor siempre es ácido y absurdo) siempre va más allá. Siempre es menos concreto, más sutil, más incisivo y, sobre todo, más consciente de la absoluta falta de sentido que, en el fondo, tiene todo aquello que nos diferencia de los animales.

El video que cuelgo a continuación lleva más de ocho millones de visitas en youtube. A mí me parece absolutamente brutal y muy muy gracioso.


Plata y oro.

El Tejón.



P. D. ¡Ya llevo 50 entradas! A la derecha hay una encuesta conmemorativa, no seáis costras y votad, coño.




17/11/08

Manos que aprietan.


Santiago Rusiñol. Antes de tomar el alcaloide.


Santiago Rusiñol. La Morfina.

El budismo se basa en cuatro "nobles verdades":

1 - La vida es dolor.

2 - El origen del dolor es el deseo.

3 - El deseo puede ser extinguido.

4 - Para extinguir el deseo hay que seguir el "camino de los ocho miembros" (que viene a ser como comprar el libro de autoayuda de Buda, sólo que él lo dio gratis porque era buena gente).

Durante un tiempo nada en mi vida me dio más que pensar que esto. Estuve a punto de ingresar en un grupo de práctica zen, pero en el último momento me eché para atrás. Me di cuenta de que no soy una persona religiosa y de que eso no se puede forzar. Uno cree o no cree, y aunque el budismo no tenga nada que ver con las religiones dogmáticas, y es en gran medida una práctica más que una teoría, hay que creérselo de alguna manera para practicarlo con auténtica devoción, como pasa, en realidad, con casi todo en la vida. Además, mi periplo de investigación religiosa empezó en el cristianismo y, pude decirse, que terminó en él. Porque de seguir creyendo en algo creería en Jesús (a mi manera, eso sí), porque Jesús entiende que la vida es sufrimiento, pero su solución es mucho más romántica: "Tú date, date a muerte para superar esa sensación de ansiedad que produce la necesidad egoísta de control. Date lo más que puedas y no dejarás de desear nunca del todo, nunca llegarás, pero en un resquicio de tu corazón, el Amor universal que lo rige todo (en el cristianismo Dios es Amor), te estará salvando y tú lo sentirás. Se bueno y estarás bien, date y estarás bien, inténtalo de verdad (si fracasas no importa, lo que cuenta es la intención) y Dios limpiará tu alma".

Es tan romántico, tan idealista… Es una mentalidad frustrante por principio que sólo se apoya en la Fe para seguir adelante. La Fe es un invento increíble, fantástico de puro absurdo. Surgido en la tradición proféctica hebrea, es un concepto que la iglesia católica y los protestantes y las diferentes facciones institucionales islámicas y judías, han podrido hasta conseguir que suene a un instrumento de anulación de la voluntad individual. Pero la Fe es la base del poder de los individuos, la Fe te permite caminar solo sin tener que ser un arhat o un bodisatva (un iluminado). La Fe es un principio absurdo por el cual sentimos en nuestro corazón que hay un motivo para seguir, para ser mejores, para poner la otra mejilla, para levantarnos cada vez que nos caigamos. La verdadera Fe no se basa en la esperanza de un Cielo tras la muerte o de un Juicio Final que traiga justicia, la verdadera Fe no se basa en nada, es sólo eso: Fe. La Fe es creer, creer en intuiciones que nunca sabremos si son ciertas.

________________________________


En lo que se refiere a las relaciones de pareja, no se puede decir que Lacan sea muy idealista. Para él se basan en el deseo y su concepción del deseo se puede resumir en la frase "quiero que me quieras": La ansiedad de ser amado es la fuerza motriz del amor, por eso, cuando el amor se consuma, tras un periodo de satisfacción, desaparece.

Bien, yo no estoy de acuerdo con eso, tampoco soy budista. Creo en la capacidad de las personas para lidiar con la complejidad a menudo malsana del deseo y construir a partir de ahí algo bueno y sincero. Es como intentar navegar con una balsa en una tempestad, hay que achicar el agua sin parar y las posibilidades de irse a tomar por culo son tan altas que sólo la inconsciencia y el tener muchas ganas de darse un paseo en barca pueden llevarnos a intentarlo. Pero es mi personalidad, porque lo de escapar al deseo me parece muy solitario y lo de vivir con conciencia de su omnipotencia, muy triste.

______________________________________


Ando muy impactado con los cuadros de Casas y Rusiñol que hay en la fundación Mapfre estos días. La Morfina, de Rusiñol, es una buena representación de la problemática del deseo. Es difícil interpretar si la protagonista del cuadro está ya drogada o está con el mono. La respuesta se encuentra en otro cuadro: Antes de tomar el Alcaloide, en la que la misma chica aparece preparándose su chute, en una acción que es causa de la otra escena. Eso hace que La Morfina sea aun más dramático, la angustia de la adicta es tal que incluso el momento de la consumación de su deseo es violento y ansioso. Sobre deseos insatisfechos o insatisfactorios hay otro cuadro que me obsesiona: el Noli me tangere de el Correggio, que ya traté en otra entrada del blog.

Ayer fui al Prado y como era Domingo y había mucha gente hice algo que nunca había hecho: ponerme los cascos y ver pintura escuchando música. Siempre había pensado que la pintura tenía que verse en silencio, pero la experiencia me fue muy bien. Puse la reproducción de mi MP3 en modo aleatorio y las canciones fueron saltando con una adecuación casi mágica (salvo cuando sonó el Chiki Chiki mientras veía el Cristo sostenido por un ángel de Alonso Cano). Cuando llegué frente al Noli me tangere empezó a sonar All Nenon Like de Björk, y me quedé los seis minutos que dura la canción frente al cuadro. Fue maravilloso. Observando la imagen que tantas veces he mirado a fondo descubrí de repente algo nuevo. Entre otras muchas cosas es un cuadro de pies y manos, pero así como las manos de Cristo las tenía yo muy analizadas, esta vez me fijé en otra mano: la izquierda de la Magdalena. Se agarra el vestido con fuerza, como intentando sentir una sensación de aferramiento, de realidad, completamente insatisfecha. Esa mano intenta agarrar lo que no puede tener, su amor, la muerte, Dios… Esa mano expresa toda la frustración de aquello que se contempla, que se ve, que se intuye, que se cree, pero no se puede tocar. "Noli me tangere". Esa mano es Platón, Platón marcando toda la historia del pensamiento Occidental: la maravilla de la teoría, el desastre en la práctica. Es el comunismo y el anarquismo. Desde diferentes puntos de vista es Freud y Lacan, y Jung también, claro. Es El Quijote y La Vida es Sueño y el monólogo de La Tempestad. Y… es la misma mano que la de la adicta de Rusiñol, exactamente la misma. Una vez más: ¡magia!

______________________________________


Estos días alguien me contó una interpretación de Casablanca que me pareció muy interesante: Cuando Rick deja que Ilsa se valla con Laszlo no está siendo generoso. Lo que hace es no enfrentarse a la historia real y quedarse con la ideal. Además de esta forma la pone a salvo y queda de puta madre. ¿Qué preferiría yo si fuese Ilsa? Si realmente amase a Rick preferiría quedarme a su lado sin duda, el peligro es secundario. Dejando ir a Ilsa, Rick no tendrá que reinventar su vida, ni dejar de ser un solitario. No tendrá que cogerle la mano mientras ella empuja de sus entrañas un sanguinolento bebé, no tendrá que perder su elegante aura cuando estén en la cama y se le escape un pedo por primera vez, no tendrá que sufrir la incógnita de saber si Ilsa le sigue amando después de tantos años, no tendrá que ver como las tetas de su amada caen hasta tocar su ombligo, ni tendrá que sufrir la humillación de quedarse calvo y engordar, o de padecer Alzheimer y olvidar el nombre de ambos. Nunca será herido y nunca la hará daño. Y de esta manera estarán siempre juntos, en París, en el Mundo de las Ideas.

___________________________________


Conflictos entre el Mundo de las Ideas y el mundo "real". Ansiedad, manos que aprietan y no agarran. El valor y la paciencia son las más sabias de las virtudes. La vida es sufrimiento. Enamorado de la vida aunque a veces duela. Merece la pena arriesgarse, tirarse colina abajo con los ojos cerrados. Siempre ser joven, nunca adolescente, nunca adulto. Y luego está la cosa de que en un momento dado podemos reírnos de todo.


Plata y Oro.

El Tejón.


Nota: La socorrida y razonable simplificación del concepto de deseo en Lacan se la debo al Profesor Roca Sierra, que me introdujo en la obra de ese autor.



Santiago Rusiñol. La Morfina (detalle).


Antonio Allegri da Correggio. Noli me Tangere (detalle)




14/11/08

Casas, ideas y hechos.

Ramón Casas. Flores deshojadas.

En fin, llevo un mes bastante ajetreado, he escrito cosas pero no voy a colgarlas, de momento. No puedo decir que esté poco inspirado, pero me he centrado en la poesía (tengo que pensar muy en serio corregir toda la que tengo y armar un librito), y he dejado de lado el blog. Estoy con una nueva carta del Tejón a Gatis en su viaje a Nueva York. Quería acabarla hoy pero como no me estaban quemando los dedos he preferido dejarla a medias y ponerme a escribir una entrada sin sentido. Allá va:

Vientos de cambio, cuando nada sucede del todo y todo está sucediendo. Grandes despedidas y nuevos encuentros. Al fin me emancipo (ya era hora). Mis nuevas compañeras y Sergio, no parece que sea gente con la que vivir y ya, no parece que valla a ser una casa y ya. Deseando sacar proyectos adelante: la revista, un libro de poesía, Querida Gatis… Siempre más proyectos que resultados, sino de un tejón.

Paseo por la ciudad y desde que busqué casas ya no camino tan encerrado en mis pensamientos; miro. Hay edificios preciosos, Madriz, ciudad tan sobria, a veces pasa desapercibida. Todavía, la pintura: Rusiñol y Casas en el Paseo de Recoletos. Casas, siempre Casas, si pudiera ser un historiador del arte famoso organizaría una exposición de Manet y Casas enfrentados. Tengo la teoría de que Casas le puede aguantar y quiero comprobarla.

También Zuloaga, las figuras de Zuloaga se sostienen muy bien desde lejos, tienen un porte y una clase extraordinarios, velazqueños. ¿Cómo se consigue eso? Pintar no es pintar y ya. Se pueden decir muchas cosas sobre la pintura y sobre todo, pero no hay que olvidar que muchas de las cosas más importantes son sencillas, o no se pueden decir. El misterio, la magia, el aura. Zuloaga pinta esos hombres y mujeres y se ven enormes, y si te alejas y los vuelves a mirar, tienen una consistencia… Romero de Torres es un amor, pero no es tan grande. Hay pintores mejores y peores, cuadros mejores y peores, y pasa con todas las artes. En las artes hay una fuerte parcela de realidad que no hay en la vida pero que es innegable, escapa a cualquier posmodernidad. Los que estudian el arte desde una única perspectiva, ya sea conceptual, sociológica o formalista, los que se limitan e intentan estudiar el arte según un manual no sólo son aburridos, están equivocados. Es muy fácil no creer, cualquier cosa se puede rebatir desde el cinismo absoluto, pero por ello el cínico no deja de estar equivocado, no deja de ser estúpido, sólo un poco menos estúpido que el que se cree cualquier cosa. Los adalides del relativismo, los que creen en la ausencia de creencias sin la ironía que su postura ha de implicar… esos ya me ponen nervioso del todo.

En realidad siempre odio sobre todos a aquellos que más afines son a mí. Cada vez más gente me viene con el maldito Cortazar. Odio al maldito Cortazar. Odio Rayuela; me parece misógina, irritante, exenta de ironía, petulante, carente de empatía y aburrida. Me saca de quicio el sistema de los numeritos y lo de ir saltando si te la quieres leer de la forma guay del Paraguay (evidentemente, NO lo hice). Odio las innovaciones a las que no veo sentido. Cambia todo lo que no te guste, pero cuídate mucho de cambiar las cosas sin motivo. Tampoco me gusta Godard. El problema es que todo el mundo me dice que tengo que redescubrir a Cortazar, y lo que es peor, que tiene mucho que ver conmigo. ¡Ojetes llameantes! ¡qué rabia! No quiero tener que ver con ese tipejo. Al final, aunque soy muy egocéntrico, acabo odiando a los que se suponen que tienen que ver conmigo. ¿Por qué la gente no puede verme como Wilde? A nivel humano era un ser despreciable, pero tan inteligente… Según Wilde el crítico es el más alto de los artistas: juzgar está por encima de crear, no hacer es más difícil que hacer. Wilde si que es un cínico de los más grandes, porque al tiempo cree: Wilde esteticista por encima de todo, religioso, Dandy.

Hace poco, explicando a Eugenia por qué me parecen tan listos los británicos listos:

"- Si en los 80' la Tatcher tiene que dejar en la calle a miles de mineros, se hace porque hay que hacerlo. Pero si los taxis de Londres están viejos y hay que cambiarlos; ahí sí que se monta la del calamar. ¡No se pueden cambiar los cabs! Y se diseña un nuevo coche moderno pero con aspecto de cab porque es inconcebible que deje de haber cabs.

- Igual que la monarquía, que nadie se la cree pero están tan contentos con ella.

- Claro.

- Pero es horrible.

- Síiiii, es horrible. Pero es que lo jodido es que creo que tienen razón, que es más importante que los taxis no cambien, a que la gente se quede sin trabajo."

Cinismo; es mucho más importante que la gente se quede sin trabajo, pero tiene mucha menos fuerza. Los desempleados se adaptan o mueren, pasan, desaparecen. Los cabs permanecen, los cabs son imagen, son idea. Las ideas son irreales, pero son más fuertes y además, son maleables, se pueden manipular. El ejército más poderosos de la historia no pudo vencer en Viet Nam y no puede vencer en Irak. La fuerza de las ideas puede ser tan bella… malditos, malditos los que descubrieron que era tan maleable. El Mundo en el que vivimos lo inventaron Stalin y, sobre todo, Goebbels.

Las ideas dejan de ser maleables según son más personales. Por eso me producen rechazo las dinámicas gregarias. Siempre "yo's". Los verdaderos amigos se forjan quedando a solas o en grupos pequeños.

¿Wilde o Cortazar? Como listo el primero, como afín, me temo, más el segundo. Aunque a mí me gusta pensar que si fuese listo sería Murakami. En fin, pienso demasiado… lo cual no quiere decir que piense bien.


Dedicado a mis futuros compañeros de casa: a Sergio, porque eres noble y es demasiado gracioso que vallas a vivir en un zulo. A Ana, por como hablas y por como miras. Y a Eugenia, por lo maravilloso que es descubrir a alguien con el que es tan fácil entenderse.


Plata y oro.

El Tejón.



Hitler y Goebbels.

11/11/08

Querida Gatis

Querida Gatis:

Todo está confuso en mi vida después de nuestra ruptura. Me he dado cuenta de que la fuente de mis taquicardias y la razón por la que tuve que ir a la sicóloga después de que rompiésemos no fue el creer haberme enamorado de otra mujer, o haberlo hecho, o el haberte perdido, o la soledad. Mi profunda y aterradora crisis se debió a mi miedo a los cambios. Me sentía perdido porque todo se volvió diferente demasiado deprisa: empezar a trabajar en serio, emanciparme, vivir sin estar enamorado de otra persona… Supongo que el Mundo en el que vivimos ya va lo suficientemente deprisa como para hacernos sentir confusos y desamparados y siempre he necesitado tener muy claro quien soy, quien es importante para mí y cual es mi futuro. Por eso siempre lo he retrasado, por eso siempre he sentido que podía llegar a ser escritor pero nunca me había decidido a serlo. Por eso me ha costado tanto durante muchos años cambiar de planes, de amigos. Pero la vida es una dinámica de cambios, por mucho que nos cueste entenderlo a las personas, la entropía nos domina, el tiempo nos supera y la vida pasa. Pasa y nos cambia. Aunque a la vez todos seguimos siendo la misma persona que fuimos de niños y, quizás, somos ese niño que perdimos por encima de ninguna otra cosa. Porque él fue nuestro yo más puro, aquel que no tenía un pasado que le hiciese sentir que se había convertido en otra persona, en un extraño.

Al darme cuenta de todo eso mi cabeza ha dado un vuelco y ha sentido que todo tenía que cambiar aún más. Como siempre, veo las cosas en blanco y negro, y si lo que debo hacer es superar mi miedo a los cambios, he decidido hacerlo de la forma más radical, lanzándome de cabeza a ellos. Así que no he querido esperar y con los pocos euros que tenía ahorrados he cumplido mi sueño de mudarme Nueva York. Intentaré sacar partido a los contactos de mi padre y ver si consigo algún trabajo relacionado con la historia del arte. Mientras tanto, estoy jugando al póquer por Internet. No es tan difícil como pensaba y aunque aun no saco lo suficiente como para vivir, nunca pierdo.

Vivo en un bloque de apartamentos en Brooklyn. Pago 600 dólares por un cuartito pequeño pero acogedor. Comparto piso con un chico negro, Michael, y otro portorriqueño, Raúl. Michael es joven, de unos veinte años, grandote y apacible, estudia en una escuela de alta cocina y toca la trompeta. Raúl es un tipo bajito y nervioso, con fuertes rasgos indígenas. Creció en Chile y odia su país. Pero también odia Chile y a los Estados Unidos. Es culto y un tanto desequilibrado, siempre está echando pestes de todo, pero el fondo de su mirada es triste y vulnerable.

Lo bueno de haber cambiado radicalmente de escenario es que mi vida ahora es tan fresca y novedosa que cualquier actividad me llena e incluso me emociona. Como acompañar a Michael a comprar comida y que me explique donde ir para conseguir la mejor carne, o como distinguir las buenas verduras y la buena fruta. O pasear por las pequeñas tiendas de comestibles, por esas calles que parecen sacadas de una película o construidas para ser rodadas. Además, Michael es casi un genio, sobre todo por lo mucho que le gusta lo que hace. Es muy introspectivo y cuando cocina se sumerge por completo. Casi siempre hace él la cena (todo un privilegio) y cuando la está terminando aparece Raúl, que viene de servir cafés en un antro bohemio en el que trabaja, y empieza a quejarse del mundo, de la gente, de todo, a menudo inclusive del menú. Luego cenamos con las ventanas abiertas (ya hace mucho calor) mientras oímos a la gente en sus casas, hablando diferentes idiomas, riendo, jugando, discutiendo, y Raúl nos habla de algún escritor mejicano de los años 70' que a penas es conocido pero que él considera un genio. Y me sigue hablando de la política chilena o de la historia popular norteamericana, mientras nosotros fregamos los platos y Michael toca la trompeta o simplemente fuma asomado a la ventana de su cuarto. Realmente es algo especial, esta es una ciudad que se caracteriza por la convivencia de culturas más colosal de todos los tiempos, pero no es habitual que esas culturas convivan y se mezclen realmente. En Nueva York se tiende a la yuxtaposición más que al verdadero mestizaje. Me pregunto como se conocieron estos dos.

De momento, la verdad, la terapia está dando resultado. Soy bastante feliz. Coger el metro e ir a Manhattan, pasear por Central Park, ir a bares de mala muerte a beber cerveza barata, cenar en restaurantes italianos escondidos en patios interiores… y mirar. Mirarlo todo, es todo tan bonito aquí… Los edificios enormes, la mezcla de personas. Es importantísimo vivir en un sitio bonito, bonito en el sentido amplio de la palabra, no bello, si no atractivo, con encanto. El centro de Madriz lo es. Pero esta ciudad… aun es la capital del Mundo. Y los neoyorquinos, en fin, son americanos, y a veces se les ve un poco infantiles. Pero son infantiles para lo bueno y para lo malo, son gente que aun cree en el mundo en el que viven, son tan diferentes a nosotros…

Están a punto de ser las elecciones y casi toda la ciudad anda loca con Obama. Esta gente confía en su sistema, y eso que está incluso más podrido que el nuestro. Pero ellos salen a la calle con sus banderas y lo hacen con un orgullo, que aunque me repele, es sencillo, simple, de alguna manera, puro. Los estadounidenses son como niños, incluso los más genuinos "newyorkers" con todo su pretendido cinismo. Eso puede ser desesperante, pero también maravilloso. Me di cuenta viendo a toda esa gente negra con camisetas de Obama, probablemente él no será más que otro político, uno genial, pero uno, al fin y al cabo. Pero la forma en la que los negros con sus camisetas se sientan al lado de los blancos estas semanas… hay en ella algo bueno. Hace cuarenta años los blancos y los negros ni siquiera se sentaban juntos en el autobús.

Yo paseo y paseo, miro. Hay unas tiendas maravillosas con todo tipo de objetos, discos, ropa, libros y todo lo que te puedas imaginar, pero no estoy como para gastar. Aun así me paso el día en las tiendas, voy entrando y saliendo y así disfruto de la calle, de la gente y de las mercancías. A veces pienso que vivir en nuestro tiempo y no ir de tiendas es como haber vivido en el siglo trece y no haber entrado en las catedrales. Independientemente de lo horrible que sean la Iglesia bajomedieval o el capitalismo, sus grandes creaciones no dejan de ser impresionantes. El espectáculo de las mercancías es el gran espectáculo de nuestro tiempo junto con el cine. Veo personas perdidas, muchos mendigos, se percibe en seguida que este país es aun más duro que el nuestro con los que no tienen nada. La cultura de la competencia, del fracaso y del éxito está muy patente. Miro y miro; y escribo. Aun no me siento parte de todo esto, mi mirada es la del extranjero, la del turista, pero el encanto de lo que me rodea me va seduciendo poco a poco. Tal vez no tarde mucho en encontrar aquí un verdadero hogar y mi gran cambio se convierta en una nueva rutina que me de una nueva ilusión de seguridad…

Y poco más. Bueno, igual no debería decírtelo, pero también, a veces, te echo en falta. Echo en falta hablar contigo, verte, tal vez abrazarte también. En fin, por ahora mi objetivo es mejorar mi nivel de póquer y darle duro a la escritura. Por ahora sólo llevo un diario de viaje, pero estoy intentando encontrar una idea para una novela.

Te mando muchos besos.

El Tejón.