guiado por las apariencias

31/10/08

Miles de cosas.


Hoy ha sido un buen día.

Me he despertado y en el correo tenía una poesía que me ha impactado:

El Amenazado

de Jorge Luis Borges


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.


Me ha inspirado para escribir otra poesía:


Las personas esquivas hunden sus raíces en el suelo de este tiempo incomprensible.
El humor se esconde pero nunca se pierde,
sigue gobernándolo todo desde su trono transparente
que está sumido en todo y al tiempo detrás de todo.

La palabra tú se convierte en un fantasma,
la palabra yo se convierte en u
na cadena con una bola de metal negro
que arrastro mientras huyo por u
n campo de trigo de una foto en blanco y negro.

Sueño con que el pasado volverá
como una flecha atravesando un cristal
y rompiendo mi reflejo ajeno en mil añicos,
en diez mil años de soledad.

Hay una canción de cuna que mueve mis pasos,
la cantan todas las voces que alguna vez me dieron calor.
El tercer hombre es el que conoce todos los secretos,
por eso sonríe, por eso su corazón puede latir despacio
y su vida rueda y no se arrastra.

Viene una ola de frío polar.
Tiempo para buscar casa,
o para perderse del todo.


Aquí recitada por mi.


Luego me ha salido este texto:


La persona que mas he amado en mi vida me regaló una vez tres cactus preciosos traídos de Holanda, cada uno con una gran flor de un color distinto. Venían en unas macetitas pequeñas y parecían tan resistentes que en un principio a parte de regarlos no les dediqué más cuidados. Con el tiempo uno empezó a ponerse pocho, tardé un poco en tomar medidas y acabó muriendo sin remedio. Compré una maceta más grande y transplanté los dos que quedaban. Era la primera vez que trasplantaba algo, y debí de hacer alguna cosa mal porque otro de los cactus murió. El último de ellos tenía una flor roja redonda, enorme y preciosa. Al menos ese sobrevivió, pero su flor se marchitó. A cambio la salió un brote, el brote es una especia de segundo cactus, que ya es casi tan grande como el tronco original, no tiene flor pero tiene un saludable color verde claro y parece fuerte y sano.


Me había liado tanto con todo esto que ya llegaba tarde al piso que tenía que visitar (eran las 17:30). Por suerte estaba cerca de casa. He ido corriendo para allá y lo he visto. Estaba bien pero no me ha convencido del todo. Ayer había estado viendo otros pisos con dos de mis futuros compañeros, y hablamos de buscar pisos por la calle. Como no tenía nada que hacer, llevaba el mp3 y me gusta pasear; me he puesto a ello. Ha sido maravilloso, yo suelo caminar siempre sumido en mis pensamientos y me pierdo muchas cosas. Obligarme a mirar minuciosamente la ciudad ha sido toda una experiencia. Ya desde casa he escrito un mail al grupo en el que listaba las siguientes conclusiones:


1) El Morrison Hotel es mejor disco de lo que yo pensaba, Spiritualized son dioses y Gimme Shelter de los Rolling Stones es un temazo.

2) Mirar casas por la calle buscando un piso de 5 habitas es un poco absurdo, porque muchas no tienen portaero y es difícil saber cuantas habitaciones tienen y de cinco hay pocas. He pillado mil telefonos y mañana llamaré, pero como experiencia práctica, lo de peinar zonas, creo que no va a ser muy útil (igual me equivoco).

3) En la calle Segovia hay una tienda de trajes con unos muebles y unas esculturas gigantes y unas cuantas banderas de España con el pollo que es bastante impresionante y que tiene un dependiente que debve llevar en la misma postura desde 1952.

4) Las casas del rastro son acojonantemente bonitas y en la Ribera de Curtidores hay unas especie de corralas con tiendas de antigüedades que son uno de los sitios más maravillosos de Madriz (había una estatua de piedra de una tortuga que era tan alta como yo).

5) En la calle Toledo hay una residencia de ancianos cuya sala de estar se puede ver desde el exterior a través de un cristal. Es bastante curioso.

6) Vivimos en una ciudad con algunas zonas realmente bonitas.

7) Mi abuela debía de tener razón cuando le decía a mi madre que era un niño raro.


En concreto las corralas de los anticuarios me han fascinado. Son un lugar absurdo y extraño, tanto por su tipología como por los miles de objetos que allí se acumulan. En la puerta de una de las tiendas había unas quince estatuas clasicistas bastante feas y otra estaba llena de cuadros de pastiche de los que uno era más o menos bonito (representaba a una mujer como del XIX vestida a la japonesa, yo creo que copiando a un Monet). He tenido ganas de volver a tener pareja y pasarme un día entero con ella mirando casas y también visitándolas, sin ninguna intención de habitarlas. Me ha parecido una actividad divertidísima, fantástica. Creo que es algo que haré de vez en cuando, llamando a pisos que se vendan o se alquilen y yendo a verlos sólo por la experiencia de entrar en los portales, los patios, las escaleras y las habitaciones de las casas más bonitas de Madriz…


Estaba a punto de volver a casa cuando me ha escrito un mensaje Sergio y he quedado con él y con Andrés. Ha estado bien hablar con alguien, no sólo con alguien si no con dos amigos. Está bien que a uno le caigan bien sus amigos, parece un perogrullo, pero no sé si lo es tanto… A las 22:00 ya no podía más y me he ido a casa, estaba muy cansado de tanto andar y mirar. En casa he querido hacerme una buena cena para seguir con la buena dinámica del día. Me he hecho unos carbonara al estilo Tejón: con jamón serrano, mucha pimienta y echando el huevo en la sartén de la cebolla, una vez retirada esta del fuego, para que esté un poquito más cuajado al verterlo sobre la pasta. Me los he comido viendo una obra maestra: Only Yesterday, de Isao Takahata, uno de mis ídolos.

Y eso, ahora termino esta entrada del blog y luego leeré un rato el aburrido libro que tengo que hacer para la revista y, si hay tiempo, escribiré un poco del nuevo proyecto que tengo entre manos. Quien sabe, a lo mejor, incluso, puedo ver algunas canastas del partido de la NBA.

Hay días que simplemente da la impresión de que las cosas avanzan y uno vive con intensidad.


¡¡¡JODÉR, HAY DÍAS QUE SÍ!!!


Plata y oro

El Tejón.



Y un par de cosas, de propina.

27/10/08

Sin saber.



Hace unos días un compañero tarado colgó en nuestro blog esta joya. Es un video que yo vi cuando era niño. Creo que venía en unas cintas de cortos variados que publicaba Disney. Mi padres me las alquilaban en el Vips cuando salían a cenar y me quedaba solo en casa. Desde muy pequeño me encantaba que mis padres y mi hermana saliesen para poder quedarme solo y tener tiempo para hacer las cosas que me gustaban en la intimidad.

Yo había olvidado por completo ese corto de animación sobre las teorías pitagóricas del universo armónico y ordenado, pero al volverlo a ver he recordado cuanto me gustó y lo profundamente que me impactó. Es curioso como vuelven las cosas

Durante muchos años fui una persona muy racional, no creía en ningún tipo de escatología, ni en el destino, ni en ninguna clase de fenómeno metafísico. Pero ya en la adolescencia, empecé a comprender que las explicaciones racionales desembocan en la frustración inevitablemente, muy especialmente para los que, como yo, vivimos en una era crítica y confusa. La razón era aun mi principal creencia cuando empecé a interesarme por las religiones. Aunque es un tema que hoy tengo bastante abandonado, durante años fue lo que más me interesó en el Mundo. Descubrí a Mircea Eliade, a Allan Watts, a Suzuki y a Nishitani. Leí los Evangelios, el Tao Te Ching, el Corán, poemas haiku, la Baghavad Gita y multitud de mitos de las más diversas culturas. Pero creo que aunque creí creer en algunos momentos, en realidad lo hice siempre desde un punto de vista romántico y melancólico, sabiendo que, en realidad, no escapaba de la necedad de tener una cabeza que tendía a lo racional. Un razón testaruda que se mostraba inútil a la hora de satisfacer un carácter demasiado sentimental. Si no tuviese un sentido de la ironía profundo (y lo tengo, a pesar de ser tan pedante), creo que me hubiese vuelto loco en algún momento entre los 13 y los 25 años (mi relación con cierta persona también ayudó)…

Así como descubrí el humor a finales de mi infancia, últimamente, por fin, me he abierto a la intuición. Por fin he dejado de saber nada. Una crisis enorme ha agitado mi ser y como una terapia de electro shock me ha dejado desarmado. Ya no tengo un lugar concreto asignado en mi cabeza para todo lo que me rodea, antes lo tenía con conciencia de que era algo absurdo (ahí estaba la broma), pero ahora, simplemente, no está. Y tal vez, en algunos sentidos, esté viviendo de verdad por primera vez.

Llego a los sitios sin saber como me voy a sentir, sigo arriesgándome y probando cosas nuevas, pero lo hago sin saber que va a ocurrir. Conozco a personas y, si me gustan, me acerco a ellas sin saber que busco exactamente. He perdido mucha seguridad y creo que se me nota. En muchos sentidos me he hecho más estúpido. Mientras que en otros, en cambio, me siento muchísimo más listo. Como por ejemplo a la hora mirar a alguien a los ojos y saber desde un principio qué tipo de persona es. Las primeras impresiones son imprecisas y difusas, pero precisamente por esto a menudo están más cercanas a la verdad.

En el colegio se me daban bien las matemáticas. Como mis padres eran cultos y me hicieron leer algo, también me manejaba más o menos bien con las redacciones, pero, sin duda, para lo que tenía verdadera facilidad era para las matemáticas. Aun así me empeñé en hacer letras. Supongo que fue el principio de un proceso que aun está en curso y que es mi vida.

Las proporciones áureas, la música de las esferas, la búsqueda de patrones en la Naturaleza, responden a una realidad: hay un ritmo en lo que nos rodea. Pero la voluntad de medir, de nombrar, de precisar ese ritmo, es el paradigma de la tragedia humana. Porque el ritmo es algo real, pero los números, las palabras, las ideas, son humanas, puros artificios, puros trucos que deslumbran como fogonazos pero se desvanecen en seguida en pequeñas nubes de humo. Sólo la intuición que anuncia sin cuantificar, sin nombrar, sin concebir, se acerca lejanamente a algo, a Lo que sea.

El otro día fui a ensayar agotado, cabreado y con pocas ganas. Lo que pasó dentro del local 37 del Ritmo y Compás esa noche, es una de esas cosas que… hasta yo a veces me quedo sin palabras.

Besos.

El Tejón.

P.D. Joder, este texto podría haber sido bueno pero me ha quedado fatal. Últimamente he perdido el ritmo narrativo por completo. ¡Qué puta mierda! Espero que me vuelva un día de estos…



24/10/08

Plata y oro.


Bueno, hoy he estado en El Prado y el Noli me tangere del Corregio está allí de vuelta. Por fin. Parece que a veces hay círculos que se cierran y, también a veces, las cosas se estabilizan por la mera acción del tiempo, aunque nosotros no hagamos nada para que ello suceda. El tiempo es una cosa extraña imposible de comprender, creo que no hay más respuesta a su enigma que una sonrisa. De hecho, hoy mientras caminaba hacia el museo, después de haber tenido una gran conversación con una amiga, con mi mochila a la espalda y buenas canciones de Oasis sonando en mis cascos, con el estómago vacío y el corazón lleno; se me ha dibujado en la cara una sonrisa enérgica pero libre de toda angustia. Es un tipo de sonrisa que me asalta a veces, que es síntoma de que estoy viviendo un instante preciso, sin proyectarme alante ni atrás. Creo que esas sonrisas son la única muestra real de sabiduría que los seres humanos podemos tener.

Y acababa de hablar con Ana sobre el tiempo, sobre como escribirlo, como pintarlo, como vivirlo, como concebirlo. Y me acercaba al Museo, el sitio donde me siento en casa por encima de ningún otro, el lugar donde todas esas imágenes fijas me aguardan, me esperan; siempre serenas, quietas y perfectas, mientras mi vida transcurre vertiginosa y se me escurre entre los dedos como un puñado de arena en la playa. Y estaba jodidamente contento porque, joder, aun hay cosas que hacen que todo merezca la pena, y si me pongo a contar son más de la que normalmente tengo en cuenta. Tanta gente, tantos cuadros, tantas canciones, tantas películas, tantos recuerdos, el tarot, mis libros, mis planes. Mis planes que casi nunca se cumplen… pero qué sería de mi sin ellos…


Y la vida pasa,

y la broma llueve y nos resbala,

como una bala de diamante que nos atraviesa el corazón,

deslumbrándolo y enfriándolo.


Y aquí estoy, escribiendo otra vez, aunque sea sobre mis putas ralladas. Creo que este post abre el final de un parón (uno de tantos que han pasado y que vendrán, hay cosas en las que uno es difícil que cambie). Ya tengo trabajo más o menos estable y, curiosamente, más o menos me gusta. Al fin parece que voy a emanciparme. Durante años estaba seguro de que nunca trabajaría, de que alguien me descubriría y me patrocinaría la vida por mi cara bonita. Qué se le va a hacer; cuando crecemos los sueños que tenemos de niños se desvanecen. Por lo menos ya no añoro el pasado, me quedo con el presente. Es una sensación que en esta última dinámica de cambios estoy teniendo con fuerza ¿por qué? En mi pasado todo era más fácil y era mucho más feliz… he pensado estos meses que quizás era porque ahora soy más sabio, pero no. Es porque al haber estado jodido he necesitado por primera vez de verdad el apoyo de mis amigos y he descubierto lo buenos amigos que son. Me quedo con el presente porque hacerme un poco más sabio me ha ayudado a apreciar mejor a mi gente. Por eso.

Ayer Darío se pasó por mi casa y estuvimos friqueando. Me puso la última canción que Joe Strummer grabó entes de morir. Se llama Silver and Gold y dice algo así:


Voy a salir a bailar todas las noches

voy a ver todas las luces de la ciudad

lo haré todo plata y oro

tengo que darme prisa, antes de hacerme demasiado viejo.


Voy a hacer un viaje alrededor del Mundo

voy a besar a todas las chicas guapas

lo haré todo plata y oro

y tengo que darme prisa, antes de hacerme demasiado viejo.


Oh, hago muchas cosas que se que están mal

espero ser perdonado antes de haberme ido

rezaré mucho para salvar mi alma

y tengo que darme prisa, antes de hacerme demasiado viejo.


Voy a hacer un viaje alrededor del Mundo

voy a besar a todas las chicas guapas

quién hace todo plata y oro?

y tengo que darme prisa, antes de hacerme demasiado viejo.


Tengo que salir a bailar cada noche

voy a ver todas las luces de tu ciudad

voy a hacer todo plata y oro

y tengo que darme prisa, antes de hacerme demasiado viejo.


Bueno, pues hoy es el primer día del resto de nuestras vidas. Así que ¡manos a la obra!

Plata y oro,

El Tejón.





17/10/08

Descanso.

Últimamente he estado poco inspirado. La semana pasada no me gustó nada lo que escribí y esta tenía bastante trabajo, así que por eso me he tomado un descanso general de escritura. Espero superar mis ansiedades y volver con fuerza y talento la semana que viene.

Saludos.

El Tejón.


"
Flipbooks work because of a perception phenomenon called persistence of vision: this is when you continue to imagine that you see something for a significant period after it's gone"

12/10/08

En 1969.

En 1969.

Por fin volví a soñar. Fue un sueño fantástico, inquietante, oscuro. Los sueños casi siempre son inquietantes, fantásticos y oscuros, pero yo casi lo había olvidado. Me enamoraba de la chica guapa de mi facultad que me cae mal. Creo que la odio simplemente porque tengo serios fundamentos para pensar que no es tan maravillosa como parece. Soñaba que la chica era David Bowie. David Bowie en el cuerpo de la chica guapa era un ser atormentado. Una especie de ángel encerrado en un cuerpo humano con una turbadora capacidad para ver el futuro, ver el futuro equivalía a ver horror, ver el horror que se avecina sin remedio. Yo tenía la suerte de que me eligiese para pasar un fin de semana; incapaz de amarme, al menos le servía de evasión y eso era ya un privilegio. Patetismo en parajes profundos y lejanos; moteles de carretera de película americana y una casa en obras con una piscina en obras llena de agua. Todo muy raro, colgado de Dabid Bowie con aspecto de chica preciosa, preciosísima. Bowie perseguido por policías oscuros que ansían sus poderes sin entender que son inútiles. Ha de escapar, lo ayudo, siempre tan bonita, y melancólica y triste. Huyendo por pasillos de motel de color pardo; extraño, casi nunca soy capaz de soñar con espacios en los que nunca he estado. Policías de negro tras nuestros pasos; me despido definitivamente de él/ella en la puerta de un ascensor, se cierra corredera, mecánica; su cara desaparece tras el metal. Yo sólo. Pasan 39 años, ya no estamos en 1969.

En el presente veo a la chica, ya no es David Bowie, no me importa, después de haber tenido una relación con un ángel y de haber vivido 39 años sólo; me siento sabio, liberado de sentimientos y sentimentalismos. Veo a la chica junto a otro gafapasta de mi facultad, juntos y acaramelados, les sonrío con ternura. Está Raúl por ahí, en la especie de espacio moruno en el que me encuentro: Una recreación onírica de las estancias del harén de Delacroix. Le cuento lo ocurrido con miedo a ser tomado por majadero o mentiroso: he soñado que 39 años atrás mantenía una relación con esa chica, que era David Bowie, que es un ángel fatal. Desperté aquí, pero al haber soñado lo anterior a pasado a ser real en nuestro pasado, ha ocurrido. Raúl me cree. Luego, sentados en torno a una mesa cuadrada, en la penumbra: yo, Raúl, el gafapasta y ella; conversación intrascendente y por fin me decido y le pregunto: "¿tú me has conocido antes?", responde: "no". Su no me estremece; terror, pánico. Miro a Raúl que me sonríe con piedad. Entonces, ¿qué pasó? Yo sé que fue real, hace 39 años, quizás debería hablar con David Bowie que al fin y al cabo aportaba el alma al asunto, ¿qué pasó? ¿qué pasó?

Me despierto con una erección importante. Hoy, quizás en el mundo real.


11/10/08

Pastel de cumpleaños.

Bueno, vamos a ponernos pastel de verdad.

Acabo de llegar a casa, hoy era el cumpleaños del Javi (felicidades monstruo), he dejado colgada a la Patri (lo siento reina).

No llevo una semana muy boyante, sobre todo por una cosa, la más importante: no he escrito bien. Cargo con demasiada angustia, el tiempo me da muchísima angustia, cuando la cosa no va fluida siempre pienso que no estoy trabajando (de hecho, cuando la cosa no va fluida, trabajo mucho menos), entonces creo que nunca llegaré a hacer nada…

Mientras venía a casa he visto a una pareja besándose, debía de ser uno de los primeros besos porque lo hacían con ilusión y con cuidado.

Lo único bueno es haber empezado la Crónica del pájaro que da cuerda al Mundo. Leyendo libros como éste se aprende a escribir. Por otro lado, aunque no me salgan los folios, sí siento que Dina va creciendo en mi interior, cada vez la veo más y pienso más tiempo en ella…

Hoy, el mismo día que el cumpleaños del Javi, ha sido el cumpleaños de mi abuela. Mi tía abuela ha traído una poesía a mi madre que ella escribió en 1966. Era una cría.


LA LUZ

No me reproches

si no sigo derechos los senderos

si no escojo aquel que más debiera

si me escapo por otros más estrechos.

Esto que digo, es poco

pero ¡ay! si tu supieras lo que siento.

Te aseguro que son muchas las furias

que me corren por dentro.

¡Pobres criaturas mías!

¡Pobres alumbramientos!

¡Qué tragedia no poder explicarte

lo que siento por dentro!

¡Qué angustia de mordiscos rabiosos

que me roen el alma!

¡Qué dolor de patadas furiosas

que me parten el cuerpo!

¡Quieren salir quieren ir hacia el mundo

bien los siento!

¡Como me cuesta un poco

de este ser que les presto!

Esto que digo es poco

pero ¡ay! si tu supieras lo que llevo por dentro

si vieras como me pesan

en mi ser parturiento.

No me reproches nada

que me están consumiendo,

que me beben la sangre,

que me comen el cuerpo.

Ayúdame a sacarlos de mi alma.

Adivina mis pobres sentimientos

que estoy cansada de llevarlos siempre

que estoy vencida de su duro peso

que voy a enloquecerme

de tantas amarguras

de tantos ideales

de tantas esperanzas

de tantos sueños muertos…

Ya se, ya se que es poco lo que grita mi boca

pero ¡ay! si tu supieras lo que llevo por dentro.



Y esta es mía:


No todo vuelve.

Vuelven luces

vuelven días

vuelven penas

vuelven risas

vuelve el puñal de todas las desdichas

vuelve el pelo suave que salva a los nocturnos

vuelve el terror disfrazado con tres máscaras

vuelve el infierno del cazador de melancolías

vuelve la violencia que deshace las infancias.

Pero el amor de una vida no vuelve,

porque yo soy uno, no soy cosmos;

muerto seré parte de una rueda,

muriendo soy un ganso migratorio.


Con las letras de FIN en tu pisada,

en ESA pisada.

Una gran pisada para la princesa,

una pisada eterna para el niño perdido.


Volverá la risa,

ya ha vuelto.

Pero suena a otro metal más herrumbroso.


La Espera es una Espera que no es nada, que sólo es amistad, pasar el tiempo, un cubo blanco, una antesala, siempre siniestro, ilusión sin alas, aun mejor, aun más romántico, fuerte por siempre, yo sé lo que sé, lo sé y sé que no estoy loco. Sólo tengo lo que sé, porque en la vida sólo hay una cosa: Lo que sea.


Pues ala, no os quejéis que ya avisé al principio.

Besos.


9/10/08

El lunes fui a un concurso de la tele.

El lunes fui a un concurso de la tele. El público eran viejos de Torrejón y les hacían grabar unas cuñas, era increíble su desparpajo y su inocencia. Son personas que han pasado una guerra en la que la mayor parte de los hombres tuvieron que matar, que disparar a otros, son personas que tuvieron que pasar una posguerra, personas que han nacido en un mundo rural, en el que el estilo de vida de la gran mayoría llevaba siendo muy similar desde la Edad Media y que han vivido todo el despegue económico español, el cambio al modo de vida urbano e industrial. Hoy graban tonterías para un programa de televisión, con toda la ilusión del Mundo.

En la vida muchas cosas vuelven. Vuelve la infancia, vuelves a no ser autónomo, a necesitar que te cuiden, vuelves a ser caprichoso y despreocupado. Al final vuelves a ser un bebé, si vives lo suficiente. Te haces tus necesidades encima, dejas de poder hablar o andar… Seinfeld dice que los dos cumpleaños que más se parecen son el primero y el último: en ambos tienen que preparar la fiesta por ti, invitan a gente que no son tus amigos, tú ni siquiera sabes que es tu cumpleaños, soplan las velas por ti, comen la tarta por ti porque no tienes dientes…

Pero, aunque la vejez en su estado final más deteriorado es terrible, los ancianos que aun tienen capacidad y ganas de vivir, son a menudo fascinantes, como los niños. Sin grandes ambiciones, sencillos. Qué poca publicidad hay dirigida a los viejos. Es curioso, la tele diseña gran parte de su programación pensando en ellos, porque cada vez hay más y suelen pasar demasiado tiempo en casa frente al televisor. Pero luego los anuncios que pagan esos programas nunca van dirigidos a los viejos que los ven. Van dirigidos a padres de familia, a mujeres de mediana edad, a jóvenes, muchos a los niños también. Supongo que cuando vas teniendo más y más presente la realidad del final, menos ansiedad consumista te queda. Te conformas con los placeres más sencillos: la familia, los amigos, el sosiego, los juegos, la comida; recuperas, como de niño, la conciencia de lo que es verdaderamente importante.

El martes le eché las cartas a alguien por primera vez. Como me pasó la vez que me las eché a mí, el resultado fue certero y me impresionó. Tiempos movidos para mi querida Pino, te deseo mucha fuerza y ya sabes: acepta lo que venga, porque en este momento no depende de tu siempre magnífica energía. Es terrible lo de mi intuición, nunca había tenido conciencia de ella y se ha despertado de repente con una fuerza que asusta bastante. Yo diría que no me estoy volviendo loco, pero entonces las cosas que siento son verdad: una de dos, y creo que ninguna de las dos me gusta demasiado…

Hay algo en el tiempo que no comprendo, un sentido oculto que no es ni benigno ni maligno. Algo fuerte. Sé que ahora voy a tener suerte durante una temporada siempre que sea valiente y viva como me viene y tome las decisiones que debo tomar según se me presentan. Una fundamental: emancipación ya. Es probable que acabe en Vallecas, el Centro se ha convertido en un hogar para mí, pero no debo rechazar una buena oportunidad de vivir con dos personas fantásticas, sería ir contra corriente, así que me veo allí…

Supongo que estoy un poco melancólico, es por el tiempo y porque no consigo escribir. Tengo entre manos el editorial de la revista que quiero hacer con el gran Guillermo Supermaxi y la novela de Dina. Ambas cosas cada vez me gustan más según las maduro en mi cabeza, pero esta semana estoy sin talento. Estoy leyendo la Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Murakami, y no ayuda a mi situación. El libro va lleno de presagios, lleno de referencias a mí. Es maravilloso cuando una obra conecta con uno así, pero trastoca. Y cuando se vive la propia vida con tanta intensidad te quedas en un estado adecuado para escribir textos de blog y poesías. La distancia necesaria para una novela o un ensayo serio se hace mucho más difícil. Tengo miedo, tengo pánico de no llegar a convertirme en escritor.

Mañana visitaré a la gran gatis, todo está siendo complejo esta semana.


Un pasaje del libro de Murakami:

"- Oye, señor pájaro-que-da-cuerda -dijo tras un corto silencio May Kasahara, como si se le ocurriera de repente-. No sé, pero creo que si la gente teme quedarse calva es porque eso les hace pensar en el final de la vida. Es decir, me da la impresión de que sienten que, conforme se van quedando calvos, la vida se les va acabando. Como si se acercasen a pasos agigantados a la muerte, a la destrucción final."

Cada vez tengo menos pelo.



Cuando vuelva a levantarme

tomaré un desayuno de derrota

romperé mi pecho entre señales de alarma

esnifaré un suspiro desgastado.


Reventaré una carcajada hueca

buscaré otra princesa en camiseta

beberé el licor de la aventura.


Soñaré con mañanas de mentira

negaré la evidencia del fracaso

viviré la ilusión de tu dulzura.


Adoptaré a los gatos mal queridos

tildaré de farsantes a gigantes

estaré para todos mis amigos.


Abrasaré las flores con mi aliento

volveré a ser señor de mis recuerdos

subiré la escalera de las dudas.


Pero eso será mañana,

cuando vuelva a levantarme.


Y para continuar en esta dinámica de buen rollo; unas imágenes de agentes de bolsa durante estos últimos días all around the world!!!


Yakarta.

Wall Street.

Sao Paulo.

Francfort.


5/10/08

Caminamos.

El tema del horror me ha inspirado un texto muy pequeñito. No es gran cosa, pero como postear es gratis, lo cuelgo.

Creo en la suerte, en la voluntad y en el destino, pero cuando el horror se apodera de las circunstancias, casi todo se diluye bajo su oscuro manto. Aunque nunca hay que perder el humor, claro, y, si somos muy fuertes, héroes, tampoco perderemos la esperanza. Porque siempre hay gente que no perderá la esperanza. Yo creo que incluso en los peores momentos, surgen soluciones, soluciones que no arreglan todos los errores, pero que, al menos, abren las puertas a nuevos mundos en los que se cometerán horribles errores nuevos:


"Caminamos, compañeros, caminamos. Perdimos toda certeza, pero sacamos fuerzas de flaqueza y caminamos. El horror no deja ninguna lección, se vence o no se vence. Terminará el camino más oscuro y los que quedemos en pié seguiremos. Carne quemada, hambre y lágrimas. Ya no queda nadie, no queda nadie. Huele a espuma de desesperación. Cada día una victoria, porque no hay héroe más grande que el mártir, porque no hay hombre más recio que el superviviente. Donde caen los soberbios codiciosos, los humildes aun caminamos. El dolor forja las almas, la vejación fortalece los corazones, las lágrimas secas endurecen la piel. Caminamos compañeros, caminamos. Mañana hay un día para nuestros hijos, en el que el horror es sólo un recuerdo. Humillados y orgullosos, caminamos."


2/10/08

Wilde y Santa Helena

Me acabo de leer El Crítico Artista de Oscar Wilde. Es absolutamente brutal. Yo no comparto el punto de vista de Wilde en muchos sentidos pero, joder, qué listo es. A quien le interese el arte debería leerlo, quien pretenda escribir sobre arte necesita leerlo. No sé como no se habla de este diálogo en la universidad, en cien páginas me ha dado muchísimo que pensar sobre el arte mismo y más aun sobre la crítica y la Historia del arte. Pero, por una vez, no me voy a enrollar, el que quiera que lo lea.

De lo que voy a hablar hoy es de Santa Helena. Cuando fui a Londres solo (hablé de aquel mítico viaje en este texto que ya colgué), aun no tenía ni idea de ver pintura. Paseé bastante por la National Gallery, seducido por la magia que desprendían los cuadros, una magia que intuía pero que no sabía disfrutar en toda su magnitud. Algunas obras captaron más mi atención, claro, pero sólo una me atrapó de verdad. Desde mi infancia (de niño esas cosas son más fáciles, no hace falta desaprender lo que no se ha aprendido), creo que fue la primera vez que me pasó, la primera vez que realmente vi un cuadro. La obra era la Santa Helena del Veronés. Al año siguiente, creo, volví a Londres. El cuadro seguía allí y conservaba toda su fuerza. Es extraordinario: sus colores, sus figuras, el tema del sueño y la visión, la solución formal tan sutil para representar el instante milagroso en el que el mundo físico y el mundo ideal se yuxtaponen fugazmente…

Lo curioso es que no parece que sea una obra que halla calado mucho en casi nadie: en el catálogo razonado de la National Gallery (en la edición que yo he consultado, al menos), la Santa Helena no tiene una foto en color, ni una ficha extensa, viene en las últimas páginas, con las obras menores, con una minúscula imagen en blanco y negro y una ficha muy escueta. En los libros sobre pintura veneciana que he leído no se menciona esta pintura, en las monografías del Veronés que he podido ojear (siempre que pasa una por mis manos, lo busco), como mucho se cita de pasada dentro del periodo al que pertenece. Siempre que hablo con alguien que ha estado en la pinacoteca londinense, le pregunto si se fijó en aquel cuadro, hasta ahora no he encontrado a nadie que lo haya hecho. Hasta ayer parecía como si sólo yo y Almudena (que lo vio conmigo en mi segundo viaje), nos hubiésemos percatado de su majestuosidad. Ayer eso cambió.

En un momento de El Crítico Artista, Gilberto, uno de los dos personajes, comienza a ensalzar la capacidad del arte de superar a la vida; de sublimarla eligiendo e idealizando lo mejor de ella, inmortalizándolo, y venciendo así al tiempo y a la entropía. Justifica su tesis con diversos ejemplos de obras maestras, uno de ellos dice así:


"Siempre es la aurora para Santa Helena, tal como la vio Veronés en su ventana. Los ángeles le traen el símbolo del dolor de Dios en el aire tranquilo de la mañana. La fresca brisa matutina alza los finos cabellos de oro sobre su frente."


Joder, qué bien me sentí cuando leí esa mierda.

Saludos.

El Tejón.


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