guiado por las apariencias

28/4/09

A veces pasan cosas.

Dicen los científicos que en los experimentos hay siempre lo que ellos llaman un "margen de error". Un 0'1 ó 0'01 ó 0'001% que no sigue la pauta. Pues bien, yo profeso gran admiración por los científicos, gracias a ellos hay Internet y existe este blog, entre otras cosas. Pero, a título personal, lo que realmente despierta mi interés es ese 0'0001%.

Dedicado a E.M.



Plata y oro, reina, plata y oro.

19/4/09

Monos.

Mono pintor de David Teniers.
Mono marrón. Stubbs.
Mono pintor. Chardin.
Mono amigo. Chardin.
Dos monos. Brueghel.

Los monos, como todos los animales, nos recuerdan lo que no somos. Pero los monos, nos recuerdan también lo que somos. Una vez conocí a un tipo que me estuvo contando que había vivido en varios continentes, que había pasado la vida vagando y viendo. Le pedí que me contase cosas que le hubiesen impresionado, maravillas de sus viajes. Me habló de que una vez vio como un mono se comía a otro mono más pequeño. En el momento me pareció un recuerdo vulgar, he tardado años en entender lo terriblemente siniestro de esa escena.

14/4/09

Acumulación originaria.


El flamante blog de diseño del mítico y nunca tópico Maese Miguelín y su pandilla de petulantes secuaces (entre los que me incluyo)!!!







Disfrutad.

Rastros, lastres y puntos de apoyo.

Monosabios. Guillemro Pérez Villalta. (A mí me recuerda a la Melancolía de Durero).

El Domingo estuve leyendo un texto que ha escrito mi madre sobre los pintores de la figuración madrileña de los 70'. Cuando era niño, cada año por mi cumpleaños recibía una tarjeta de mi padrino, Guillermo Pérez Villalta, llevaba un dibujo y un texto. A pesar de mi fascinación por este pintor no leí esas tarjeta hasta hace bien poco, llevaba años pensando en hacerlo, había leído casi todas en diferentes momentos, pero nunca me había sentado a leer las 14. Cada vez creo más en los presagios (por eso echo las cartas), por eso creo que leí esas tarjetas en el momento preciso, justo cuando debí hacerlo.

La memoria y el pasado, cada vez se manifiestan en mi vida, en la de todos, con más fuerza y con un oscuro concierto, como si se tratasen de bailarines al son de una música indescifrable. Pintura figurativa, colección de imágenes congeladas, a veces delicadamente móviles. Recuerdos rescatados. Melancolía. Juventud sin juventud, flores "siempre vivas", ilusiones, simulacros, espejismos. Cómo no va este medio a tener algo que decir sobre el mundo contemporáneo. La construcción de la foto es otra, de hecho ayuda a hacer más posmoderna la pintura robándole su utilidad. Porque todos esos momentos se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Y los trazos, las pinceladas… pocas cosas son tan fugaces.

Carlos Alcolea citó a Deleuze, al que ahora leo. Mi madre cita la cita de Alcolea. Yo os dejo el fragmento del texto de mi madre.

«¿Nuestra incapacidad para entender la vida? Creemos que reaccionamos contra una forma ilusoria del arte, pero tal vez reaccionamos por una enfermedad de nuestra naturaleza, por una carencia de querer vivir».

Cita y proceso, toda una lección de lo mucho y lo poco que somos, o como dice Guillermo: "el azar es orden en el tiempo".

Espero escribir un texto de verdad sobre estos pintores, hoy dejo esto.

Plata y oro.

Y por si acaso, esto que descubrí el Domingo, tal vez presagio:


Otra vez, si quieres, comunícate directamente.

9/4/09

Sobre la Suite Vollard.

- ¿Cómo podía no angustiarle tanta libertad?

- Es el mejor, por eso no se puede decir nada, nada. Cualquier comentario sobre él es una manta corta, si tapas un lado dejas descubierto otro.

7/4/09

Extimidad.

Murillo. Cuatro figuras.

Extimidad es hoy la nueva palabra de moda, significa hacer pública la propia intimidad a través de un medio de comunicación de masas, ya sea la televisión por medio de los realities, o internet y sus blogs y redes sociales. Vivimos en la ansiedad de tener historias nuestras, propias. Ya no hay macrorrelatos, no somos criaturas de Dios, por muy Españoles que seamos, por muy del Real Madrid que seamos o "rojos" de toda la vida, las historias de naciones y otras instituciones no son la nuestra, ya no, cada vez creemos menos, nos hemos desacostumbrado por falta de mitos auténticos. Necesitamos tener un historia propia, el tiempo se acaba, deprisa, deprisa, seamos alguien. En el fondo, como casi todo en la posmodernidad, es un fenómeno romántico masificado.

Yo soy sin duda un obseso de la extimidad, no hay nada que me apasione más en el arte que la aparición de las historias individuales. Ah, el Escriba Sentado del Louvre, congelado en el tiempo, con su gesto diligente y su espalda y brazo tensos, escuchando las palabras que le están siendo dictadas y a punto, a punto, de empezar a escribir. Un instante de su existencia, el reality más breve, pero congelado durante casi 4500 años, que dan para muchísimas reposiciones. En realidad es algo tan viejo como el hombre, la extimidad no es si no la masificación de algo que busca siempre el arte en los tiempos de crisis, cuando la fe zozobra y los individuos quieren permanecer ellos, no ya sus ideales. Los griegos, que existieron en crisis incluso en su etapa clásica, tenían esa terrible obsesión por la gloria, ya querían ser estrellas, como los concursante de Operación Triunfo.

Brueghel, Caravaggio, Rivera, Murillo, abren sus lienzos a los más humildes y les dan el equivalente a sus 15 minutos de fama. Me pregunto qué impresión causaría en los pordioseros que Caravaggio escogió el verse retratados como santos. Qué pensarían los niños de Murillo de ese personaje, casi tan pobre como ellos, que les pintaba. ¿Les sería indiferente o pelearían por ser el siguiente? Es más ¿por qué coño pintaba Murillo a los niños? Un pintor capaz de obras tan exageradamente sentimentales ¿Por qué de repente tiene esas deslumbrantes imágenes de género, tan cargadas de mágica instantaneidad?

Claro que en esto de la extimidad hay algo más: el "do it yourself", que cada uno sea el propio artífice de la imagen ilusoria de uno mismo. En esto sí que la gente se está convirtiendo en artistas en masa, o al menos en artesanos de la construcción pública de su propia imagen. Si Tracey Emin es una artista por enseñarnos su cama, ¿no somos artistas también todos los integrantes de la red facebook? ¿No estamos todos construyendo, al igual que ella, autorretratos
conceptuales? ¿Qué quedará de todo esto dentro de un millón de años? ¿Si el facebook sobrevive, o este blog, cual será entonces su aura? ¿Qué impresión causará en los hombres del futuro, o en aquellos seres que vean lo que dejamos? Ante nuestra compulsiva obsesión por dejar huella, esta democratización del autorretrato, ¿se les hinchará el pecho de magia y ternura frente a tamaño esfuerzo de toda una sociedad global por dejar un testimonio de sí, individuo a individuo? ¿O mirarán con desprecio los restos de un mundo decadente en el que la cantidad de los testimonios desplazó a la calidad?

Es triste pensar que lo más probable es que todo acabará desapareciendo bastante rápido. Como casi todo lo que crea nuestro mundo, que es perecedero, deshechable. Esta falta de voluntad trascendental es preocupante, ya sólo queremos ser célebres en vida, en un mundo que sólo tiene memoria inmediata queremos llegar a más individuos, pero no permanecer. No me extraña que el síndrome de Korsakoff sea una enfermedad tan recurrida en el cine de las últimas décadas, la sociedad la padece, la memoria se desprecia, la Historia moderna no es ya memoria, está en constante revisión, hasta el pasado es variable, queremos destruir todas las historias. La importancia de la memoria no es su veracidad, es su presencia, su ilusión de realidad. Memoria y arte van relacionadas desde un principio y si el arte está en crisis en algún sentido es en el de la degradación de la memoria. Por eso se desprecia la forma, porque la forma sirve en primer lugar para que las cosas estén bien hechas y duren, pero además la forma envejece siempre menos que el concepto, en la forma está la permanencia, sólo ella no engaña.

Y todavía intento no escribir tanto sobre mí en este blog, pero si es que es inevitable, soy hijo de mi tiempo, mi angustia es la angustia de la conciencia de que todo es instantáneo. La vida como una pompa de jabón, tan frágil, tan preciosa. De ahí nuestra ansiedad por exhibirnos, porque sólo somos en los otros, desde el momento en que construimos nuestra personalidad como una otredad al reconocer nuestra figura en el espejo. El retrato más maravilloso de Occidente, Las Meninas, eterniza la experiencia del espejo y no el cuerpo, eterniza lo que somos por encima de todo, alguien que es porque se ve como otro, somos en los otros. Con la fama, al ser en tantos otros, ganamos una pequeña ilusión de ser reales. De ahí la cultura del espectáculo, de ahí el miedo que está detrás de cada blog, de cada página del facebook, del escriba sentado y de las mismas pirámides. El miedo a lo que somos sin nuestras miradas: lo real, lo siniestro, la nada.

Detrás del facebook hay una terrible democratización del pánico existencial. Si pudiésemos rasgar la superficie virtual de la página veríamos grandes cataratas de miedo. Como en la película Matrix, en la que todo es una ilusión y tras la sólida y colorista apariencia de la realidad sólo hay código binario. Como en el zen, si rasgásemos la cortina de la ilusión de nuestra presencia veríamos el mundo en binario, el vacío supuestamente liberador. Algo que me encanta de los cuadros es que estén pintados sobre tela, de Velázquez sorprendía en sus tiempos que sus imprimacones y capas de pintura eran tan finas que se hacía evidente en ellas la raigambre del lienzo. Una vez más, ahí está todo, esa sensación de que la maravillosa ilusión del arte es en realidad un telón, un telón a punto de rasgarse o de abrirse. Me fascina del Velázquez maduro sus recursos para hacer evidente que todo es una ilusión.

Al final es ser o no ser, pero nuestra amplitud de miras es mucho más corta, ya no dudamos de la existencia más allá de esta vida, si no de la existencia en esta vida, por eso en vez de una calavera, lo que tocamos con nuestros dedos es un teclado.

Dedico esta entrada a Julius, el gran autor del blog Ego que me encanta, ejemplo de extimidad de la mejor calidad. Gracias a ti y a la otra participante (anónima) de la éxtima experiencia que he tenido estos últimos días. Al final, lo que más me gusta de todo (y todo es mucho) es la gente, nosotros y nuestras pequeñas historias, como la vuestra, absolutamente preciosa en su extimidad y su intimidad.

Plata y oro.
El Tejón.

El escriba sentado del Louvre.

Joven haciendo pompas de jabón. Chardin.

Joven haciendo pompas de jabón. Manet.

Amantes en una burbuja que se quiebra. Detalle del Jardín de las Delicias. El Bosco.

Acueducto de Segovia.

Mi cama. Tracey Emin.


Friend Face, parodia de Facebook de la serie IT Crowd.

6/4/09

Inspirado por una canción.

Y al fin estábamos desnudos en la cama, al fin habíamos hecho el amor, al fin. Y después del deseo ¿qué? Después de la resistencia, de la frustración, después de la esperanza… El sexo es el demiurgo que hace las ideas forma.

Cuando me levanto a poner una canción me siento muy desnuda, me siento fea, las tetas me cuelgan ridículas. Vuelvo a la cama, la canción que puse suena triste. No hablamos. Pienso que no somos tan guapos, pienso que ya estoy mayor, que debería hacer algo de ejercicio. Él coje un cigarrillo y fuma. En la penumbra el humo queda bonito, como si se esfumase despacio al ritmo de la música
. Cuando me pasa el cigarrillo tose, en su tos hay algo del tono de su voz , suena rarísimo, no quiero que hable, no quiero hablar.

Pienso que estará bien ser vieja, entonces no tendrá sentido tener vergüenza, si para entonces sigo con él ya no habrá dudas. Es curioso que ahora que nos abrazamos tan cerca sea la primera vez en meses que realmente no está en mi cabeza, por fin me siento libre de él.

Y luego acaba la canción y le digo que le quiero y aunque lo digo porque necesito llenar con algo el silencio me doy cuenta de que es lo más sincero que he dicho nunca. Y parece que tarda mucho en decir lo mismo, pero cuando lo dice su abrazo cambia y de repente su nombre y su persona pasan a estar presentes a mi lado, y los besos que me da en el cuello y en la mejilla son diferentes, tiernos, como de familia. Y de repente estoy contenta, muy contenta.

Y me siento como niña, que se parece a ser vieja de alguna manera. Muevo mis piernas bajo las sábanas notando mi cuerpo sin miedo.


4/4/09

Some day never comes.

El otro día cené con mi madre en un restaurante casi vacío (la crisis). Mientras yo me zampaba un solomillo (gracias madre), ella dijo algo que me pareció verdaderamente brillante: que los hombres, al drogarse, se equiparan a los dioses, y que por eso los dioses castigan a los que se drogan destruyéndoles. Los griegos no eran tontos, los dioses son envidiosos y vengativos, o como dice Ismael, nada es gratis. Los dioses griegos envidian a los hombres ¿por qué?, nos envidian porque morimos. En Blade Runner el diseñador de los replicantes le dice a su creación, Roy Batty: "la luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo, y tú has brillado con muchísima intensidad", brillamos porque morimos, porque somos imperfectos, nuestra condena como mortales es ser torpes, inexpertos, impotentes, melancólicos. Pero la condena de los dioses es el aburrimiento, la frivolidad, es una condena mucho más amarga. Aburrirse siendo mortal es un pecado terrible, terrible y estúpido. En El Paraíso Perdido el Diablo envidia al hombre, le considera la creación predilecta de Dios por encima de los ángeles, porque el hombre tiene alma y el alma es lo que le permite elegir, lo que le permite pecar. Ser humano es poder escoger, los más terrible de la miseria, de las guerras, del Horror, es que arrebatan al hombre la capacidad de tomar decisiones (La publicidad tampoco me gusta demasiado). No me importa que la vida sea dura a veces y que halla cosas que duelan mucho, constantes pérdidas de esta vida que pasa, pérdidas que dejan cicatrices. Desde hace unos meses soy consciente de que no me cambio por los dioses.

Odio a Charlot, le odio de verdad, cuando en Tiempos Modernos patina al lado de un agujero con los ojos vendados, siempre deseo que se caiga y se rompa la crisma. Pero en el cuarto de baño de Almudena había colgado un póster con una foto del tipejo vestido de preso y una frase que decía: "me gustan mis errores, no quiero renunciar a la deliciosa capacidad de equivocarme".

Pues eso, que he dejado de hacer tantas entradas intimistas, pero que una de vez en cuando no está mal, y que me gusta la vida con todas sus angustias, que no creo en un mundo perfecto en el que todos sean felices y vivan en armonía, ni lo creo ni lo quiero, pero sí pienso que es una vergüenza y una desgracia que halla tanta gente que no tiene ni la oportunidad de equivocarse. Que nunca llegará el día en el que ya sepamos o podamos descansar de verdad, que se vive sobre la marcha y que el único día que llega al final es el día de nuestra muerte, pero está bien así, está bien así.

_________________________________________________________



La primera cosa que recuerdo es preguntarle a papa "¿por qué?",
porque había muchas cosas que no sabía.
Papá siempre sonreía, me cogía de la mano
y decía: "algún día entenderás".

Bueno, estoy aquí para deciros a cada uno de vosotros
que será mejor que lo aprendáis rápido, que lo aprendáis jóvenes,
porque "algún día" nunca llega.

El tiempo y las lágrimas pasaron y yo no obtuve más que polvo,
porque había muchas cosas que no sabía.
Cuando Papá se fue dijo: "intenta ser un hombre
y algún día entenderás".

Bueno, estoy aquí para deciros a cada uno de vosotros
será mejor que lo aprendáis rápido, que lo aprendáis jóvenes,
porque "algún día" nunca llega.

Y entonces, un día de abril, yo ni siquiera estaba allí,
porque había muchas cosas que no sabía,
un hijo mío nació, y mamá agarró su mano
diciendo: "algún día entenderás".

Bueno, estoy aquí para deciros a cada uno de vosotros
será mejor que lo aprendáis rápido, que lo aprendáis jóvenes,
porque "algún día" nunca llega.

Creo que era septiembre, del año que me fui,
porque había muchas cosas que no sabía.
Y aun le veo de pie, intentando comportarse como un hombre,
y yo le dije: "algún día entenderás".

Bueno, estoy aquí para deciros a cada uno de vosotros
será mejor que lo aprendáis rápido, que lo aprendáis jóvenes,
porque "algún día" nunca llega.