guiado por las apariencias

21/6/08

Noli me tangere.

Noli me tangere.


"Jesús le dijo: no me toques, porque aun no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios."

Juan 20:17


Aunque hubo una época en la que el cristianismo me interesó mucho, me dediqué principalmente a leer a teólogos, filósofos y fenomenólogos relativamente ortodoxos: Renée Girard, Xavier Zubiri, Mircea Eliade, a lo sumo Robert Graves. A día de hoy, estoy muy lejos de estar versado en tan amplísimo y complejo tema, porque casi todo lo que leí al respecto lo he olvidado y porque tampoco leí mucho. Nunca me he decidido a leer interpretaciones modernas más literarias y heterodoxas de la vida de Jesús, como El Evangelio según Jesucristo de Saramago (aunque le tengo ciertas ganas), o El Código da Vinci (que no me hace ninguna ilusión).

Sí he leído y releído los Evangelios unas cuantas veces, de hecho me apasionan. Mi preferido es Marcos: el más antiguo y el más sencillo. En Marcos hay muy pocos milagros y ninguna referencia al Infierno. Sobre todo a partir de la lectura de la Biblia he sacado mis propias conclusiones y montado mi propia historia sobre quien debió ser Jesús: un Iluminado sencillo y humilde (combinación extraordinariamente sorprendente). Un hombre, no un Dios. Un genio volcado en los intereses éticos y sociales, por encima de los espirituales. Alguien que encontró una salida y quiso regalarla a todos. La salida: ama, ama a los demás. Date, sin miramientos, sin distinción. Sólo así podremos escapar de la mezquindad de nuestra condición humana, de nuestra obsesión por retener, que surge en nuestra esencia más profunda, cuando la primera decepción, nuestra primera esencia, nos hace desarrollar el lenguaje, la razón y toda esa gran construcción que es nuestra personalidad y que nos separa del entorno y nos deja huérfanos sin inocencia. Hasta aquí el desarrollo ya es bastante brillante, pero Jesús regala una vuelta más, algo tan sencillo como: "lo que cuenta es la intención". Es imposible llegar a tal entrega absoluta, pero si lo intentas, aunque falles, si sientes tus fallos y te levantas y vuelves a intentar ser noble y bondadoso, entonces es suficiente. Intenta ser bueno, intenta amar, inténtalo cada día y la sensación de confusión, de vacío, de ausencia, de falta de simpatía; desaparecerán.

Luego está todo el rollo de los milagros, que aumentan según los evangelios son más tardíos y que son mera publicidad. El rollo escatológico y metafísico que es de clara influencia hebrea y neoplatónica. El rollo ritualista de los sacramentos que tiene que ver mucho con el entorno judío profético en el que nace el cristianismo, y también con todas las religiones mistéricas y gnósticas que pululaban por el mundo romano. Y un largo etcétera de, en mi opinión, añadidos y remiendos, que durante más de 200 años no pudieron pervertir del todo la esencia moral, social y romántica de la palabra de Cristo. Los cristianos conquistaron el Imperio romano, el ejército más poderoso de Occidente, a base de moral, de sacrificio, de poner el cuello cuando el represor mostraba la espada, de abolir la condición de esclavo o de mujer como algo negativo en sus celebraciones religiosas (hubo sacerdotisas hasta la asimiliación de la iglesia por el Imperio). Como San Pablo, muchos perseguidores de cristianos se acababan convirtiendo por el choque de principios que suponía matar a gente que se dejaba matar sin dudar. Mucho se ha vendido el concepto de que esto era por la escatología cristiana: por la Fe en la otra vida y demás. Pero había muchas religiones mistéricas con escatologías trabajadas en Roma, y ninguna acabó causando el impacto del cristianismo, culto que empezó siendo apoyado principalmente por la escoria de la sociedad. No fue la creencia en la otra vida lo que les daba esa fuerza a los cristianos, lo que les empujaba a no huir de las ciudades infestadas por la peste y ser los únicos en quedarse para cuidar a los enfermos jugándose la vida. Su poder provenía del Amor y de la Moral. Es una religión individualista y romántica y, como tal, Jesús debía de ser un hombre individualista y romántico.

No soy el primero en pensar que la idea de que Jesús fuese casto y María Magdalena prostituta suena falsa a más no poder. Si no me equivoco (no me apetece comprobarlo), la condición de puta de la Magdalena no está en los Evangelios. Creo que fueron los padres de la iglesia, los auténticos destructores definitivos de lo que fue Cristo, desde el siglo IV hasta la hedionda organización que es la Iglesia Católica hoy (al protestantismo ya le daré un repaso en sucesivas entregas de mis divagaciones), los que relacionaron la figura de la prostituta a la que Jesús salva ("el que esté libre de pecado que tire la primera piedra") con la pobre Magdalena. En el cristianismo el cuerpo es fundamental, la sexualidad si es noble, comunicativa y respetuosa no puede ser pecado. La austeridad espiritualista del judaísmo es superada en el cristianismo, aunque ya en los Evangelios, la contaminación neoplatónica deja su huella y hay escenas como la de "no me toques". Jesús nunca impediría a su amada tocarle, porque su creencia es la creencia del abrazo, de la ternura, de comer la carne y beber la sangre del otro para entrar en comunión con él, del orden imaginario de Lacaan y del sexo liberado en su inocencia tan difícil de lidiar.

Pero, en gran parte con el objeto de convertir un mensaje integrador en un mensaje machista, misógino y excluyente, se fue haciendo hincapié en la pecaminosidad del sexo, de la mujer, de la carne; que tan buena base bien construida tenía en el judaísmo anterior, en la tradición romana y en casi todas las corrientes de pensamiento existentes. Así que los abrazos de Jesús y María Magdalena fueron convertidos en tabú, su relación quedó enterrada, sus hijos olvidados, sus cuerpos unidos y amados en vida, separados en la Historia. A Jesús le hicieron Mesías y Dios, y a ella puta y penitente, vestida de esparto, rechazando su corporeidad y sola, al final de sus días.

* * *

Ayer fui al Prado a ver el Noli me tangere del Correggio. Es un tema crucial de la pintura, es un tema que define una parte muy importante de lo que es la pintura. El "mírame y no me toques". Esa incorporeidad de lo pintado es muy atractiva porque lo que no tiene cuerpo no muere ni pasa. La pintura tiene esa tensión: nunca acaba de satisfacer porque genera una distancia, obliga a la catarsis, a la separación del yo para ser entendida. Pero por otro lado da la satisfacción de lo suspendido, de lo que dura, frente a nuestra vertiginosa y abrumadora condición corporal. Buscando en Internet he encontrado numerosísimos ejemplos de este tema tan fascinante, son una colección de pinturas maravillosas. Es una historia terriblemente romántica: la de los amantes unidos en vida pero separados para ser inmortalizados. También habla de lo importante de esa dualidad de lo real, por un lado el arte, la idea; perfecta y eterna pero lejana. Por otro, el cuerpo, el sexo; blando y caliente pero fugaz. La conclusión: la esquizofrenia está implícita en la condición humana. La anécdota: el cuadro no estaba, se lo habían llevado a la galería Borghese. No sólo no pude tocarlo, ni siquiera pude verlo y de él sólo me quedó la idea más pura por lejana, que he intentado transmitir en estas palabras.

Si algo me gusta de la pintura, de los museos, es que, aunque no pueda tocar esos mundos, SIEMPRE están ahí. odio que se lleven los cuadros o que los cambien de sitio, pero son cosas que pasan: Noli me tangere, Melancolía.

* * *

Epílogo: ¿Y se puede dar una vuelta de tuerca a algo tan complejo? Yo no podría, pero Picasso sí. En La Vida (pintado con 22 años), utiliza el gesto represivo de la mano de Jesús en los Noli me tangere, para que el hombre que se abraza a la mujer amante, (Sabartés, su amigo suicidado) se separe de la madre. Qué Genio, esa fue su salida vital y artística: amaré tu cuerpo como si me entregase del todo, pero será mentira porque mi vida será sólo mía. Picasso no era esquizofrénico en absoluto, ¿cómo lo haría?. Al final en él, como persona y como artista, siempre me llega una gran lección de relatividad: que por muchas cosas que descubra sobre los hombres y el arte, siempre hay alguien que escapa a la norma. La frase "hay gente pa tó", queda al final como única sabiduría…




4 comentarios:

Anónimo dijo...

En esta si le has dao. Estoy contigo.

JONS

Anónimo dijo...

Muy bueno, Tejón.
Y yo, que me considero cristiano y católico, pero a menudo estoy en desacuerdo con lo que dice la Iglesia, te digo que me ha gustado mucho lo qeu has escrito.
Eso sí, el Código da Vinci te lo puedes saltar alegremente, que no tiene nada de nada de lo que puedas andar buscando...

Anónimo dijo...

Sin embargo el Saramago se la marcó muy pura. De verdad, para mí de lo mejorcito. Aparte de unas reflexiones e imágenes superguapas, el pive te teje una historia que engancha mogollón. Léelo pronto!

Mu guapo tu escrito.

(¡y no me ha cantado ninguna falta! XDDD)

un abrazo

nihil dijo...

bastante de acuerdo, excepto lo de individualista q me parece extrapolar demasiado. recomiendo de jaques le goff un libro sobre el origen de las religiones universales, sobre los charlatanes y rebeldes q había en palestina hace 2000 años y la evolución del cristianismo hacia una iglesia clericalizada, merced a diversos intereses políticos en tiempos q ya no satisfacían las respuestas de la edad antigua