Cuando las sentimos con mucha intensidad, durante mucho tiempo, o cuando han brillado con fuerza ante nuestros ojos, aun cuando cerramos los parpados algo de ellas queda grabado en nuestras retinas, y las percibimos aunque no estén, en forma de luces difusas, de restos.
Como tantas experiencias visuales, el mirar directamente a una bombilla y luego cerrar los ojos para ver los destellos que permanecen en nuestro ojo, es un acto que desvela muchos secretos.
Como tantas experiencias visuales, el mirar directamente a una bombilla y luego cerrar los ojos para ver los destellos que permanecen en nuestro ojo, es un acto que desvela muchos secretos.
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