Somos más listos cuando vivimos días exraños, llorando dentro por nuestra propia ausencia, mirando a nuestra madre ya vieja, transformada en pensadora.
Solos y abrazados al otro, felices y angustiados, hablando al fin por todos, con los ojos ciegos y la visión puesta en el punto de fuga del cielo negro que de noche se esconde entre estrella y estrella.
Solos y abrazados al otro, felices y angustiados, hablando al fin por todos, con los ojos ciegos y la visión puesta en el punto de fuga del cielo negro que de noche se esconde entre estrella y estrella.
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1 comentario:
¡Qué lejos estoy contigo,
qué cerca cuando te vas!
Federico García Lorca
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