Mono pintor de David Teniers.
Mono marrón. Stubbs.
Mono pintor. Chardin.
Mono amigo. Chardin.
Dos monos. Brueghel.Los monos, como todos los animales, nos recuerdan lo que no somos. Pero los monos, nos recuerdan también lo que somos. Una vez conocí a un tipo que me estuvo contando que había vivido en varios continentes, que había pasado la vida vagando y viendo. Le pedí que me contase cosas que le hubiesen impresionado, maravillas de sus viajes. Me habló de que una vez vio como un mono se comía a otro mono más pequeño. En el momento me pareció un recuerdo vulgar, he tardado años en entender lo terriblemente siniestro de esa escena.
2 comentarios:
Joder, y para qué decir más.
Gran píldora. Otra cosa más que me llevo, otra reflexión provocada, lo cual debe ser bueno, ¿no, colega?
Malditos monos...
El año pasado un poco antes de la primavera anidó una gaviota en el campanario de la iglesia que se ve por la ventana de mi cuarto. Estaba incubando. Seguí todo el proceso con curiosidad hasta que nació el retoño: pequeño, gris, feucho y desvalido. Su padre y su madre le iban llevando comida al nido y yo observaba el idilio cada mañana mientras tomaba el desayuno. Un día descubrí que el tejado de la iglesia estaba lleno de unas extrañas hélices negras que parecían objetos metálicos de las obras de al lado. Me llamaban la atención; cada vez había más. Descubrí con horror que las "hélices" no eran otra cosa sino alas de golondrina diseccionadas por los amorosos progenitores para alimentar a la criatura. No he vuelto a tomar el desayuno en la ventana de mi cuarto... más adelante, poco antes de que aprendiera volar, la descubrí rebañando una de aquellas hélices, la lanzaba al aire y la recogía con el pico en lo que parecía tener más de pasatiempo que de puro instinto de supervivencia. Tardó mucho en aprender a volar. Chillaba a cada intento y lo consiguió cuando ya sus padres llevaban tiempo sin regresar al nido.
Otras gaviotas han vuelto a anidar este año.
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