guiado por las apariencias

28/12/08

Noche febril.

Estoy medio poniéndome enfermo por segunda vez este invierno. Qué horror. Las navidades siempre me descentran y con las enfermedades, aun más. Estoy escribiendo muy poco y eso me frustra un montón. Ayer tuve que irme del ensayo muy pronto, llegué a casa y vi un capítulo navideño de Cómo conocí a vuestra madre que me entristeció un poco. A las 2:10 me fui a dormir (muy pronto para mí) y a las 2:30 estaba ya roque. No me he despertado hasta las 12:30. Durante la noche he sudado y he soñado mucho. He soñado con la casa de Parque América donde crecí, allí buscaba sin parar a una chica. En esa casa estaban mis dos padres y mi padre invitaba a una artista que tenía un cuadro que representaba una habitación en la que entraba la luz. Como tengo un texto sobre arte en la cabeza que no escribo y me había acostado con ganas de escribirlo pero sin poder hacerlo por la enfermedad, en el mismo sueño me obsesionaba con escribir sobre el tema. “¡Claro, el cubo y la luz, todo es el cubo y la luz!” El cubo entendido como habitación con la luz que entra, y pensaba en Hopper, en Las Meninas, en Pieter de Hooch y en Vermeer, en un cuadro de mi padrino que mi padre me dio… Habitaciones, cubos con entradas de luz. Mi propio cuarto donde febril soñaba, y las palabras de un amigo al que casi no veo y que hace muchos años ya, una noche muy drogados, me dijo que había compuesto una canción que se llamaba Llenar el alma con cajas vacías. Siempre me ha impresionado mucho ese título. Los cuartos y la intimidad, la frágil intimidad que nos da un pequeño atisbo de individualidad pero en la que amenaza constantemente el vacío de lo siniestro. Vivimos en cajas vacías que llenamos de cosas leves y preciosas. Cajas oscuras donde la luz, a veces, entra. Me gusta haberme mudado, mi nueva casa, mis compañeros… Un piso en la calle Jardines 5, una caja vacía con la que llenar el alma (puaj, que cursi me pongo).

Para cuando he despertado estaba ya bastante mejor, dormir 10 horas y sudar a chorros me ha sentado muy bien. Espero estar lo mejor posible mañana para el concierto. Espero también volver con fuerzas hoy a casa para escribir el texto sobre el horror que quiero escribir. Y terminar el cuento largo sobre el caballero enamorado que tengo entre manos. Y decidir por fin a qué novela voy a enfrentar…

Todo sigue, mañana por la noche daremos un buen show.

Plata y oro.

El Tejón.

P.D. ¡Qué fuerte! Acabo de recordar que después tuve otro sueño. Yo era italiano, iba con una especie de tío que tenía que era un poco trapis y entrábamos a hurtadillas en una pequeña torre que había en el campo. Entonces alguien venía a vigilar y teníamos que escondernos. Yo era un niño pequeño y lo curioso es que todas las emociones del sueño eran tan intensas (el subterfujio nocturno, el sonido de los grillos, el ambiente extraño del lugar prohibido...) que al tiempo que lo vivía pensaba que tenía que escribirlo como un cuento porque también era brutal. Yo creo que el cuento así intimista me viene de Chejov, que lo he vuelto a leer ultimamente y he recordado lo muchísimo que me gusta. Definitivamente tengo que ponerme a escribir.


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