guiado por las apariencias

12/7/10

Palabras.



¿Qué puedes decir de la lluvia?
¿Qué puedes decir de la grava clavándose un poco en tus pies descalzos?
¿Qué puedes decir de la sensación que causa en tu cara tu propia sonrisa?
¿Qué puedes decir de una risa que escuchas de espaldas, una risa de alguien que sabes que nunca verás?
¿Qué puedes decir de un ataque de angustia?
¿Del miedo a ser madre?
De la fe.
Del deseo.
¿Qué se puede decir de la sensación de velocidad?
¿Del nombre de los días de la semana?
¿De los recuerdos de infancia?
De ver jugar a un niño y sentir que está haciendo algo que tú ya hiciste exactamente así,
que nunca volverás a hacer.
¿Qué se puede decir de los colores,
de la ropa con la que nos sentimos más a gusto,
de la culpa,
de la forma de las letras de imprenta,
de volver a ver a alguien y darnos cuenta de que habíamos olvidado la sensación que nos causaba su presencia?
¿Qué se puede decir de las fantasías?
De imaginar, por ejemplo, que somos un guerrero y el yelmo nos pesa.
¿Qué se puede decir del cansancio,
de la forma de las rosas,
de la vergüenza más estúpida?
¿Qué se puede decir del cansancio de un perro?

Lo más curioso de las palabras,
es que, aunque la mayor parte de nuestra vida
está hecha de ellas,
no tienen sentido.
Y si las arañas
sólo encuentras un ruido extraño, como al rascar una pizarra.

Lo más curioso de las palabras,
es que a penas podemos decir
nada de ellas.


1 comentario:

Frank Einstein dijo...

De lo mejor y más sugerente que te he leido, Tejón.