guiado por las apariencias

28/1/10

En el metro.

Ahora que he abierto los dos ojos
miro y sólo veo
promesas de algo que no puede ser.
En el último tren de madrugada
el ruido de la máquina suena a un quizás que se repite,
casi puedo imaginarme muerto.
Así de solo, así de sabio,
así de perdido en un cielo anónimo y azul.

Pedazo de mí que por fin dejaste de tener cara.
Ahora que beso tus párpados mientras duermes
es cuando más te añoro.

Largo camino a la luz
pero más largo será el regreso a casa.
Tal vez jamás,
tal vez, quizás,
sonrisa, rubor y las rodillas lisas asomando por debajo de tu falda
para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando la he visto, la he perdido,
La huella de un armiño entre cristales escarchados,
Una estrella, apenas una estrella, la luz,
Sus uñas en el despierto mármol de la noche.

No hablo ya para nadie,
El día y la noche se mezclan tan bien en su cabellera,
Bajo mi mirada, bajo sus cabellos ella se marchita,
Ser virtuoso, es estar solo.

Desconocida, ella era mi forma preferida,
Yo no tenía la preocupación de ser un hombre,
Y, en vano, me asombro de haberme visto obligado a sufrir
Mi deseo como un rayo de sol en agua fría.